Durante una sesión informativa previa al Xbox & Bethesda Games Showcase 2022, Microsoft informó a los medios que su plan incluye lanzar cinco o más juegos first-party a lo largo del próximo año fiscal, que empezará el 1 de julio de 2022 y terminará el 30 de junio de 2023. Por otro lado, la compañía ha hablado sobre el catálogo de juegos de Activision Blizzard a los que tendrá acceso una vez se complete la compra de la compañía. El objetivo es simple: añadir a Game Pass tantos títulos como sea posible.
Microsoft recuerda que durante el pasado ejercicio fiscal lanzaron cinco juegos first-party, incluyendo Microsoft Flight Simulator, Psychonauts 2, Age of Empires IV, Forza Horizon 5 y Halo Infinite, y afirma que ahora mismo la compañía se encuentra en disposición de igualar o superar esa cifra durante el próximo año fiscal. Desde hace mucho tiempo Microsoft tiene la aspiración de ofrecer juegos first-party con una cadencia regular para así poder alimentar con novedades el catálogo de Game Pass. De ahí que haya comprado tantas compañías y estudios durante los últimos años y ahora tenga entre manos a Activision Blizzard.
A corto plazo, la gran pregunta es, ¿qué títulos llegarán durante los próximos 12 meses? Dos de ellos deberían ser Starfield y Redfall de Bethesda Softworks que están previstos para la primera mitad de 2023. Más allá de estas dos apuestas, toca especular. En la lista posiblemente encontramos a Forza Motorsport 8 y Avowed, el nuevo RPG de Obsidian Entertainment. También se habla de Project Belfry, un juego de acción de desplazamiento lateral desarrollado por Stoic Studio (The Banner Saga), y Pentiment, un segundo proyecto de Obsidian dirigido por Josh Sawyer, director de Fallout: New Vegas y Pillars of Eternity.
Xbox Game Studios también tiene en camino otros juegos que aún no tienen fecha, incluyendo Senua's Saga: Hellblade II (Ninja Theory), State of Decay 3 (Undead Labs), Project Midnight (Compulsion Games), Perfect Dark (The Initiative) y Fable (Playground Games) entre otros. De Bethesda Softworks están pendientes Deathloop y Ghostwire: Tokyo, que en consola son exclusivos para PS5 durante un año.
Respecto a los juegos de Activision Blizzard, el deseo de Microsoft lo dicta la lógica. Quiere que, una vez aprobada la compra, el máximo de juegos posibles del editor estén disponibles mediante Game Pass. Además, la compañía mantiene su compromiso de no quitar nada a nadie, así que los juegos existentes con una gran comunidad, como por ejemplo Call of Duty, seguirán siendo multiplataforma. Sin embargo, Microsoft se guarda la carta de hacer exclusivos para su ecosistema los nuevos juegos desarrollados por Activision Blizzard.
Pero antes de hacer nada con los títulos de Activision Blizzard hay que cerrar la compra de 68.700 millones de dólares, algo que debería pasar a lo largo del año fiscal 2023 si la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos no dice lo contrario.
Microsoft recuerda que durante el pasado ejercicio fiscal lanzaron cinco juegos first-party, incluyendo Microsoft Flight Simulator, Psychonauts 2, Age of Empires IV, Forza Horizon 5 y Halo Infinite, y afirma que ahora mismo la compañía se encuentra en disposición de igualar o superar esa cifra durante el próximo año fiscal. Desde hace mucho tiempo Microsoft tiene la aspiración de ofrecer juegos first-party con una cadencia regular para así poder alimentar con novedades el catálogo de Game Pass. De ahí que haya comprado tantas compañías y estudios durante los últimos años y ahora tenga entre manos a Activision Blizzard.
A corto plazo, la gran pregunta es, ¿qué títulos llegarán durante los próximos 12 meses? Dos de ellos deberían ser Starfield y Redfall de Bethesda Softworks que están previstos para la primera mitad de 2023. Más allá de estas dos apuestas, toca especular. En la lista posiblemente encontramos a Forza Motorsport 8 y Avowed, el nuevo RPG de Obsidian Entertainment. También se habla de Project Belfry, un juego de acción de desplazamiento lateral desarrollado por Stoic Studio (The Banner Saga), y Pentiment, un segundo proyecto de Obsidian dirigido por Josh Sawyer, director de Fallout: New Vegas y Pillars of Eternity.
Xbox Game Studios también tiene en camino otros juegos que aún no tienen fecha, incluyendo Senua's Saga: Hellblade II (Ninja Theory), State of Decay 3 (Undead Labs), Project Midnight (Compulsion Games), Perfect Dark (The Initiative) y Fable (Playground Games) entre otros. De Bethesda Softworks están pendientes Deathloop y Ghostwire: Tokyo, que en consola son exclusivos para PS5 durante un año.
Respecto a los juegos de Activision Blizzard, el deseo de Microsoft lo dicta la lógica. Quiere que, una vez aprobada la compra, el máximo de juegos posibles del editor estén disponibles mediante Game Pass. Además, la compañía mantiene su compromiso de no quitar nada a nadie, así que los juegos existentes con una gran comunidad, como por ejemplo Call of Duty, seguirán siendo multiplataforma. Sin embargo, Microsoft se guarda la carta de hacer exclusivos para su ecosistema los nuevos juegos desarrollados por Activision Blizzard.
Pero antes de hacer nada con los títulos de Activision Blizzard hay que cerrar la compra de 68.700 millones de dólares, algo que debería pasar a lo largo del año fiscal 2023 si la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos no dice lo contrario.
Ejemplo El Halo Infinite le faltan muchos modos y además no está como prometieron, hubo como mínimo 3 retrasos.
El único que se salva es el Forzá Horizon 5 que tiene horas y horas de diversión y más con la expansión que dicen qué van a poner y qué no halla más retrasos por diosss
Pero no olvidemos también pasa con Sony y Nintendo, con muchos juegos por algún retraso.
Edito: Gracias Danikun! eso me encaja mas