Eiji Aonuma, productor de la serie The Legend of Zelda, ha anunciado que la secuela de Zelda: Breath of the Wild (que aún no tiene título definitivo) ha sido retrasada y ahora se espera que esté disponible en 2023 para Nintendo Switch. Se trata de un duro golpe al calendario de lanzamientos de la consola híbrida, que igualmente completará un año con una alineación de juegos notable. Sin embargo, la campaña navideña no será la misma sin la segunda parte de Zelda: Breath of the Wild.
“Previamente anunciamos que [The Legend of Zelda: Breath of the Wild] saldría a la venta en 2022. Sin embargo, hemos decidido extender un poco la fase de desarrollo y posponer el lanzamiento a la primavera de 2023”, dice Eiji Aonuma en un mensaje registrado en vídeo donde anuncia que el juego ha sido retrasado. “Pedimos disculpas a quienes esperabais con ilusión que fuera este año”.
“Como ya comentamos, la aventura de la secuela se desarrollará no solo en tierra, como en la entrega anterior, sino también en el cielo”, continúa Aonuma. “Sin embargo, el mundo del juego va mucho más allá y contará con muchas más funciones, incluidos nuevos encuentros y nuevas mecánicas de juego. Para crear una experiencia completamente única, el equipo de desarrollo sigue trabajando con ahínco en el juego, por lo que os pedimos un poco de paciencia”.
La secuela de Zelda: Breath of the Wild fue anunciada con un breve tráiler y con más misterio que detalles durante el Direct E3 2019. Poco después Eiji Aonuma reconoció que el equipo empezó el proyecto trabajando en contenido adicional, pero salieron tantas ideas que decidieron hacer un nuevo juego empezando desde cero. “[...] cuando quieres añadir grandes cambios, el DLC no es suficiente”, dijo entonces el productor. La segunda y última vez que vimos el título fue en el E3 2022 cuando se mostró el primer tráiler con gameplay.
El hueco que dejará la secuela de Zelda: Breath of the Wild en la campaña navideña posiblemente sea ocupado por Pokémon Escarlata y Pokémon Púrpura, cuyo lanzamiento está previsto para 2022. Para la segunda mitad de año Nintendo Switch también espera recibir otros títulos como Bayonetta 3, Splatoon 3, Xenoblade Chronicles 3 y Mario + Rabbids Sparks of Hope.
“Previamente anunciamos que [The Legend of Zelda: Breath of the Wild] saldría a la venta en 2022. Sin embargo, hemos decidido extender un poco la fase de desarrollo y posponer el lanzamiento a la primavera de 2023”, dice Eiji Aonuma en un mensaje registrado en vídeo donde anuncia que el juego ha sido retrasado. “Pedimos disculpas a quienes esperabais con ilusión que fuera este año”.
“Como ya comentamos, la aventura de la secuela se desarrollará no solo en tierra, como en la entrega anterior, sino también en el cielo”, continúa Aonuma. “Sin embargo, el mundo del juego va mucho más allá y contará con muchas más funciones, incluidos nuevos encuentros y nuevas mecánicas de juego. Para crear una experiencia completamente única, el equipo de desarrollo sigue trabajando con ahínco en el juego, por lo que os pedimos un poco de paciencia”.
La secuela de Zelda: Breath of the Wild fue anunciada con un breve tráiler y con más misterio que detalles durante el Direct E3 2019. Poco después Eiji Aonuma reconoció que el equipo empezó el proyecto trabajando en contenido adicional, pero salieron tantas ideas que decidieron hacer un nuevo juego empezando desde cero. “[...] cuando quieres añadir grandes cambios, el DLC no es suficiente”, dijo entonces el productor. La segunda y última vez que vimos el título fue en el E3 2022 cuando se mostró el primer tráiler con gameplay.
El hueco que dejará la secuela de Zelda: Breath of the Wild en la campaña navideña posiblemente sea ocupado por Pokémon Escarlata y Pokémon Púrpura, cuyo lanzamiento está previsto para 2022. Para la segunda mitad de año Nintendo Switch también espera recibir otros títulos como Bayonetta 3, Splatoon 3, Xenoblade Chronicles 3 y Mario + Rabbids Sparks of Hope.
Un año minimo... Joooooo [decaio]
No me extrañaría que hicieran eso, sí en el E3 anuncian nueva consola para 2023 ya sabremos el motivo del retraso