oscuridad

Estas líneas van diluyendo lo poco que queda en mí, no soy más que un cadaver que va andando trás la luz que nunca brilla. La vida no me parece sino una espera sin sentido, una sonrisa que hace tiempo que no ves, y que seguramente nunca volverás a ver. ¿A quién se le ocurriría ponernos en un teatro donde sólo estamos destinados a ser torturados por horas cortantes, minutos sin sentido, y segundos que parecen una eternidad? Sólo somos bufones del destino , y nuestro sino bailar al son de los tambores de nuestra triste existencia.
Hola a quien lo lea.

Amén.

Un saludo.
1 respuesta