Todos los delincuentes no son iguales. Los más obesos juegan con ventaja, y si no leed la historia de George Vera, un figura que guarda armas de fuego en un sitio muy particular: los michelines de su barriga (en inglés, flabs o rolls).
Este angelito de 25 años y casi 230 kilos de peso, que fue detenido previamente con más de 400 CD's piratas, pretendía pasar inadvertido con una 9 milímetros entre sus carnes. Menos mal que los funcionarios del centro penitenciario Harris County de Houston pudieron, de pura chiripa, desbaratar sus planes (de esa cabeza ya os digo yo que no iba a salir nada bueno).
¿Por qué de chiripa? Pues porque la actuación de los funcionarios no fue digna de aplauso precisamente, ya que según he podido leer en el Houston Chronicle, le cachearon unas pocas veces antes de encontrarle la pipa mientras se duchaba en la cárcel (y seguro que se le cayó, porque no creo que le abordasen bajo el agua, osea que... mérito, cero). De hecho, la portavoz policial Christina Garza expresó su preocupación por la torpeza en las revisiones y ha abierto una investigación para determinar lo sucedido.
pero en ese blog solo ponen noticias de estas "chorras"? 
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