Los paises nórdicos denuncian el "tongo" ruso en el Polo
De forma prácticamente unánime, la prensa nórdica ha calificado de «tongo» la reciente expedición rusa bajo los hielos del Polo Norte. Cuando Rusia, en la que se ha calificado como la mayor expedición ártica de todos los tiempos, clavó su bandera de titanio a más de 4.000 metros de profundidad, en el fondo de los mares del Polo Norte, y expresó su intención de explotar aquella zona, su televisión nacional ofreció en vivo y en directo varias instantáneas de ese momento triunfal.
A los pocos minutos, la agencia RTR enviaba esas fotos y secuencias a las redacciones de los medios de información más importantes del planeta. Sin embargo, según escribe el «Ilta-Sanomat» finlandés, secundado por el «Aftonbladet» sueco y el danés «B.T», entre otros diarios escandinavos, esas «fotos únicas» conseguidas bajo el Ártico por los dos minisubmarinos Mir1 y Mir2 son absolutamente falsas.
Así, mientras Rusia sigue celebrando con euforia su triunfo, el citado diario finés dice haber descubierto el «tongo» y declara que «todo ha sido un juego propagandístico y político al más alto nivel». Según parece, un avispado finlandés descubrió el engaño ruso al comparar esas fotos con secuencias de la película made in Hollywood, «Titanic» y comprobó que son idénticas: «Las extraordinarias fotografias rusas» serían, según este diario, un simple robo de la famosa superproducción.
Tras esta auténtica «bomba informativa» que ha provocado un verdadero terremoto en las naciones nórdicas, han empezado a llegar los desmentidos de las mayores agencias del mundo, como la británica Reuters, que explica que adquirió esas fotografías de Rusia sin tener motivos para poner en duda su autenticidad.
Tras la denuncia, el «Ilta-Sanomat» ha intentado conseguir un comentario de la televisión nacional rusa, sín éxito. En esta ocasión, como en tantas otras, el gigante del Este prefiere callar.
La expedición
Como se recordará, el barco de investigación «Akademik Fjodorov» zarpó el 24 de julio de la base militar de Murmansk. A bordo, además de la tripulación, iban miembros de la Duma responsables de la política medioambiental y de varos institutos de tecnología rusos, aparte de geólogos de renombre e incluso un conocido multimillonario sueco (que pagó 2 millones de euros por participar en la aventura).
Tras pasar el Ártico, la expedición alcanzó su meta: el «punto cero» del Hemisferio Norte, donde confluyen los meridianos. El objetivo era claro: intentar demostrar que Rusia es la única nación con derecho a explotar una zona de 1,2 millones de kilómetros cuadrados y que contiene una cuarta parte de las reservas mundiales de hidrocarburos. Rusia ha anunciado que enviará una nueva expedición al Círculo Polar Ártico en noviembre.