Yo tuve en principio una Piedra para asar, muy mona ella, y luego mi novia me regaló una fondue. El caso es que de la piedra me deshice de ella y la fondue, la he usado un par de veces contadisimas (una con queso y otra con chocolate) y ahí la tengo.
Le cogí afición a éstas cosas, pero hay que tener cuidado, porque cocinar de forma ocasional encima de la mesa del comedor no está mal, pero igual que la campana de la cocina se ensucia y el olor de la comida se queda, con el techo y las paredes (según) del comedor, pasa lo mismo.