Curadores del museo nacional holandés revelaron que uno de sus artefactos más atesorados, una roca del tamaño de un puño que supuestamente provenía del primer aterrizaje del hombre sobre la luna, es en realidad un trozo de madera petrificada.
El Museo Rijas de Ámsterdam descubrió que la “piedra lunar”, que perteneció a un ex primer ministro holandés y que en un momento estuvo asegurada por más de medio millón de dólares, no vale más de US$65.
"No hay madera en la Luna", declaró a la agencia de noticias EFE, Xandra van Helder, directora jefe de la revista de arte del museo, Oog, en cuya última edición publica el descubrimiento.
Van Helder, que también coordinó la investigación sobre la piedra, dijo que la pinacoteca está "sorprendida" con el hallazgo.
"La expusimos dos veces y desde un principio pensamos que era real porque estaba en posesión de (el ex primer ministro Willem) Drees e incluso iba acompañada de una tarjeta del embajador estadounidense (William Middeldorf), que se la entregó al ex primer ministro en 1969", explicó Van Helder.
Regalo diplomático
La "piedra" fue entregada a Drees durante una gira de buena voluntad que realizaron los tres astronautas del Apolo 11 -Neil Alden Armstrong, Michael Collins, y Edwin Eugene 'Buzz' Aldrin, Jr.- poco después de su histórica misión de 1969.
La corresponsal de la BBC, Fiona Werge, explicó que pruebas hechas al artefacto han probado que no es realmente una roca como se creyó cuando fue donada al museo tras la muerte de Drees.
“Funcionarios estadounidenses dicen que no tienen una explicación. El museo dice que mantendrá la pieza como una curiosidad”, agregó la corresponsal.
Las dudas sobre su autenticidad empezaron cuando el museo enseñó la piedra a expertos espaciales, quienes indicaron que era poco probable que la piedra proviniese de la Luna.
Sin embargo, las dudas quedaron confirmadas al finalizar una investigación -iniciada hace dos meses- sobre la pieza realizada por la Universidad Libre de Holanda.
La agencia espacial de EE.UU., NASA, obsequió rocas lunares a docenas de países durante la década de 1970, pero todas provinieron de misiones posteriores de Apollo.