Capítulo 1
"Calvos y bolsas de PayPal"
Pues a ver, decidí comprar un MBP (MacBook Pro) rotido para arreglarlo y sacar algo de pasta, cosa que
suelo estar haciendo constantemente con portátiles, móviles, y demás mierdas.
Total, encontré un MBP por 400€ cuyo fallo aparente era un disco duro cascado (se quedaba
dando vueltas en la manzanita y luego salía el icono del disco duro triste).
Bastante ecsitado llamé al señor que lo vendía, un tal Sergio que rápidamente rechazó mi oferta
de 350. A mi me daba igual la rebaja, era un portátil de 900€ por 400, así que quedé igualmente
con el señor.
Al llegar al sitio en cuestión (línea 5 de metro, no recuerdo qué estación era exactamente) me senté
en un bordillo, puesto que debido a los horarios de mierda de los autobuses siempre llego fatal a
todos los lados. Tras hablar 5 o 6 minutos con un borracho viandante vi que se acercaba un señor calvo
con una bolsa de paypal, y pensé: 'tiene que ser Sergio'. Total que pasa
de largo, no era él. Serio llegaba tarde. Al pasar otros 5 minutos hablando con el borracho, divisé otro
señor, calvo también, con una bolsa de paypal de nuevo. "Vaya, debe ser el día nacional de ser calvo
de mierda y llevar una bolsa de paypal". Éste ya se me acerca y dice "debes ser Rafa".
Afirmé con la cabeza, me levanté y le tendí la mano con la intención de saludarle.
Casi no me he dado cuenta y estamos sentados en un irlandés tomando un café al que Sergio me invitó.
-Bueno, he intentado arreglarlo de mil maneras- confesó Sergio -pero no hay forma. He
probado con otros discos duros y sigue haciendo lo mismo". En este momento dejé de escucharle y
empecé a pensar en otra cosa, lo cual es algo que me suele ocurrir, debo tener déficit de atención o algo.
Al final acabé analizando por encima lo que me dijo y deduje, gracias a mi experiencia, que muy
posiblemente el problema fuera el cable que conecta el disco con la placa.
Sin pensármelo mucho le volví a tender la mano, esta vez con intención de cerrar el trato.
Otra vez, casi sin darme cuenta acabé en la oficina de Sergio, ya que tenía que darme un caddy
para poner un disco duro extra en el lugar donde iba la SuperDrive y el cargador. Por supuesto,
tenía que pagarle. El sitio era una consultoría de informática, una gran oficina con muchos Macs,
muchas mierdas de apple, unos cuantos hipsters y con mucha luz. Sergio debía ser el único que
usaba un PC. Le dí el dinero y me fui, inexplicablemente, contento a casa.
Jamás pude imaginar la odisea que a continuación iba a vivir.
Capítulo 2.
"Me cago en Jesucristo"
[pasan cinco días]
Debían ser las doce de la mañana. Yo, para variar, me había acostado a las 4 o 5, pues era verano
y el vicio al Battlefield 3 aumentaba cada día mas, especialmente desde que mi conexión me permitía
conectarme y jugar con los pros de EEUU, y a veces hasta ganarles.
"ring ring", decía el teléfono.
Vale, en serio:
Suena el teléfono:
-"Tenemos un problema muy gordo, Rafa"
Era David [size=10pt](éste no se llamaba David, pero no me acuerdo, así que le llamaremos David)[/size].
Yo estaba muy empanado debido a las pocas horas que había dormido.
-"Qué pasa?"
-"El portátil que me vendiste ayer es robado."
-"wat"
-"Lo he llevado a la Apple Store y me han denunciado por robo. Tenemos un problema muy gordo."
En este momento le dejé hablar un par de minutos sin escuchar nada. Entre el sueño que tenía, el susto que
me dio con lo de la denuncia y mi presunto déficit de atención, David habló durante dos minutos con una pared.
-"David, yo no he robado nada. Te llamo en quince minutos."
David colgó.
Pasan otros cinco minutos en los que intenté recomponer qué había pasado lo mejor posible, para llamar a
un amigo mío que es policía y preguntarle qué hacer.
-"Hola Luis, te tengo que pedir un favor, una vez más"
-"Cuéntame, a ver si te puedo ayudar"
-"Pues verás, el caso es que compré un portátil el otro día en Segundamano, estaba roto, y parecía un
problema sencillo, por lo que decidí que sería una buena inversión para arreglarlo. El caso es que no lo
conseguí, así que lo puse otra vez en Segundamano para venderlo. Lo conseguí vender rápidamente, a
yer estuve con un chaval que se lo llevó. El caso es que este chaval lo ha llevado a la Apple Store y le
han dicho que el número de serie tiene una denuncia por robo. Dice que Apple le ha denunciado
automáticamente, y que él tiene que denunciarme a mí para no comerse él el marrón".
-"En vaya fregados te metes, Rafa. Hay que tener cuidado con estas cosas. Lo mejor que podéis hacer
es, si no te ha denunciado, ir juntos a comisaría y poner una denuncia entre los dos a el que os lo vendió
primero [Sergio]."
[...]
Capítulo 3
"Me cago en Sergio"
Estabamos los dos, frente a la agente de la policía nacional. Ella intentaba no reír:
-"Pero a ver, entonces, el ordenador de quién era en un principio"
-"De Sergio".
-"Entonces la denuncia se la queréis poner a Sergio"
-"Sí, claro."
-"Vale, entonces me estáis contando que tú compraste este ordenador de marca Aplle [sic], roto, para
intentar arreglarlo, y que tras fallar en esta tarea, se lo revendiste a... David, ¿no? sí, si... y entonces David
lo llevó a la tienda Aplle [sic], que le denunció porque el portátil estaba denunciado por robo. ¿Es todo así?"
-"Resumiendo, sí"
-"Los judiciales van a flipar"
[...]
Total, que finalmente, tras varios minutos de redactar entre pequeños intentos fallidos de carcajada, nos dice
a David y a mi que nos salgamos.
Al rato salen ella y otro agente, que nos explican que yo le tengo que devolver los 350€ a David, y que David
me tiene que devolver a mí el portátil.
Así lo hicimos.
Capítulo 4
"Pues igual no me cago tanto en Sergio."
Al día siguiente, decidí llamar a Sergio para informarle de la situación, y concretar un día para que yo le
devuelva el portátil y él a mí los 400€, que es lo que nos dijeron los judiciales tras esclarecer que Sergio
había adquirido el portátil de eBay.
-"¿Han hablado contigo los judiciales verdad?"
-"Sí, ya me han comentado todo el tema del portátil, cuando quieras te vienes aquí otra vez y solucionamos esto."
De nuevo, me encontraba en la consultoría otra vez, con la diferencia de que en esta ocasión me acompañaba
mi amigo Luis. Las luces estaban apagadas y había menos gente.
Luis empezó a hablar con términos jurídicos que no se dejaban entender del todo hacia Sergio, quién no dudó en
preguntar si Luis era mi abogado.
Tras varios minutos de hablar entre ellos, procedemos a intercambiar, de nuevo, el portátil y los 400€.
Y así fue como terminó la odisea del MacBook de los cojones.
Yo, en el fondo, estaba contento, porque como se puede deducir, al revender el portátil perdí 50€.
Apéndice:
Como nota curiosa, decir que el portátil estaba montado a piezas, según decía David, le habían informado en la Store
de que la carcasa provenía de Nueva York, el teclado de Nueva Jersey, y la placa base -que no era de ese modelo- procedía de Canadá.
Analizando estos datos llegué a entender por qué el portátil sí iba con Windows Vista y no arrancaba OS X, supuse
que había alguna incompatibilidad rara entre varias partes del harware que OS X detecta, impidiendo el uso del portátil.
Muy listos estos chicos de Apple.
![[carcajad]](/images/smilies/nuevos/risa_ani2.gif "carcajada")
