Hola, me asomo a este hilo porque se me plantea una duda. Por delante vaya que no soy demasiado exigente con los equipos y que mi uso se limitará a ofimática intensiva, visualización de contenido 4K (con el monitor LG 27UD88-W) y contados juegos sin estarme más de una hora en ellos.
El caso es que compré un equipo
premontado para un familiar que quería un ordenador potente para usar ocasionalmente. Sé la opinión que merece a muchos este tipo de ordenadores, pero repito que tampoco se le iba a dar mucha caña, simplemente pedía que durara un tiempo. La cuestión es que ese Medion 1800X y una 1070 estaba de oferta a 899€ y para aquello que se iba a utilizar (jugar un poco a los COD que son los que le gustan), ya me pareció bien. El problema es que me llegó el equipo, le instale el Windows y ahora me sale que no lo quiere.
He estado probándolo y a mí me funciona perfectamente para mis requerimientos y como suelo descomprimir muchos archivos, la verdad es que noto diferencia con mi ordenador y estoy valorando el cambio aunque soy consciente del nulo margen de ampliación que tampoco creo necesitar.
Mi equipo es un I7 4790K, con 16 GB DDR3 2400, una RX 580 de 8 GB (estrenada en noviembre), fuente Corsair RM Gold y SSD 240 GB.
¿Me quedo este AMD y vendo el I7? ¿Cuánto podría pedir por él entero, sin despiece?