Prólogo
La vida es un juego de acción donde todos representamos un papel determinado según nuestro pensamiento, acción o relación con el mundo que nos rodea. Según esta regla básica, podemos averiguar nuestro destino o la respuesta a cualquier pregunta que nos hagamos sobre nosotros.
A través de unas pequeñas lecciones podremos encontrar una verdad o una mentira en la vida que llevamos, de tal manera que sabremos si el mundo que hemos creado en nuestra mente corresponde al mundo real.
Si después de leer esto aún no encuentras esas respuestas o crees que no son acordes a tu propia concepción del mundo no tienes por que pensar en el posible error de esta guía, si no en tu propia realización personal, correcta y perfectamente valida.
El Autor
Capitulo 1: Encuentra una afición:
Desde que somos pequeños, siempre intentamos tener un hobby que llene nuestros ratos libres y de un sentido a la sed de competición albergada en nuestro ser.
Todos los seres humanos, por definición, tendemos a encontrar una afición que nos sirva para alcanzar una meta, llenar el vacío dejado por una perdida o simplemente para lograr destacar ante los demás miembros de la sociedad. Las personas tenemos alojado en nuestro interior un fuerte instinto competitivo muy difícil de reprimir y que aflora en muchos momentos de nuestra vida diaria.
Competición
Solo nos hace falta echar un pequeño y superficial repaso a la actividad cotidiana para encontrar signos evidentes y claros de una alta competición. Si somos parados, competimos por el puesto de trabajo; si somos amas de casa, por tener los mejores niños de la manzana; si somos deportistas, por mejorar cualquier tipo de marca establecida (los alcohólicos también entran aquí); los policías por los arrestos; los currantes por estar más tiempo de vacaciones que el vecino; el psicópata por mejorar los registros de cualquier famoso asesino en serie; ... La vida humana es una sucesión de enfrentamientos, rivalidades y desafíos que nos juntan o separan de las gentes pertenecientes a nuestro circulo social.
Pero, ¿es necesaria esta competición? La respuesta clara y directa, es SI. ¿Qué seria del hombre sin las más bajas comparaciones sobre tamaños o cantidades? ¿Qué sería de la mujer sin las más bajas comparaciones sobre din€ro o po$ición?
Tras este análisis, respóndase usted mismo con algún ejemplo reciente.
Conclusión del capitulo 1: Necesitamos un acto lúdico (ha de ser lúdico para nosotros, da igual el pensamiento general) que evite una traslación del impulso competitivo más básico ha acciones en las que ese espíritu de rivalidad pueda ser incomprensible o peligroso.
Consejo: Si eres feliz comparando la conexión a Internet con la de tu amigo, perfecto. Si lo tuyo se encamina a comparar el motor de tu coche con el del descapotable situado a la derecha en un semáforo, búscate otro hobby que te permita seguir viendo el amanecer cada mañana.
Capitulo 2: Escucha a tu cabeza y después pregúntale al corazón.
Ante cualquier situación imprevista o necesaria de reflexión, lo mejor que podemos hacer es intentar pensar durante al menos un segundo con la cabeza para poder generar las distintas opciones o caminos a seguir y luego seguir aquel que nos resulte más acorde a nuestras convicciones y sentimientos.
Convicciones
Todos tenemos unas guías que son las que nos ayudan a recorrer el camino y nos muestran los distintos caminos alternativos. Las convicciones se forjan a través de nuestra niñez y adolescencia y reúnen las respuestas que debemos dar ante cualquier estimulo exterior o interior. Pueden ser de muchos tipos, aunque a menudo solo se utilizan para designar las ideas políticas y religiosas, tienen un sentido más amplio pudiendo extenderse hasta las preferencias deportivas, sexuales o cinéfilas.
Sin unas convicciones fuertes y arraigadas en nosotros mismos, nos convertimos en muñecos que pueden ser dirigidos con facilidad a través de corrientes de opinión.
Pero, ¿tengo que cerrarme ante las ideas de los demás y permanecer aislado ante el progreso y la modernidad? NO, todos tenemos que defender nuestra concepción del mundo y debemos respaldar cada idea con seriedad y arrojo. Ante cualquier intromisión forzosa tenemos que activar los mecanismos de defensa y rechazar la violación de nuestros ideales, pero ante una sugerencia o nueva cosmovisión¨ que sea buena y enriquecedora.
Conclusión del capitulo 2: Todos tenemos un guía que nos aconseja y ayuda en la vida, solo tenemos que encontrarlo y hacerle caso.
Consejo: Trate de no cerrarse en su mundo y encuentre su yo respetuoso ante las ideas de los demás.