Qué será de nosotros dos, cuando nuestras propias sombras
se nieguen a caminar a la par, con dos viejos solitarios.
Qué será de nosotros dos, cuando el sol ya no nos caliente
sino que lastime y ampolle nuestras viejas carnes
Qué será de nosotros dos, cuando ya nuestro poco pelo cano,
esté sostenido solamente por nuestro descarnado cráneo.
Qué será de nosotros dos, cuando nuestros dedos nudosos,
paralizados por el tiempo, se nieguen a responder.
Qué será de nosotros dos, cuando nuestros cuerpos ya cansados,
se vuelvan inútiles y ya no seamos otra cosa, más que un estorbo.
Qué será de nosotros dos, cuando el tiempo nos envuelva
y empecemos a sentir los pasos de la muerte, cada vez más cerca
Qué será de nosotros dos, sino podemos morir juntos,
recordando que un día juramos amarnos para siempre.
Que será de nosotros dos, cuando para muchos nuestra muerte
sea un descanso y sea también el principio del olvido.
Que será de nosotros dos, cuando la maleza cubra nuestros sepulcros
y ya no seamos recordados jamás, por quienes amamos tanto
