Facebook ha
recibido una orden para que detenga la recopilación y almacenamiento de datos de los usuarios de Whatsapp en Alemania. Se trata del primer asalto de un organismo regulatorio sobre el controvertido intercambio de datos entre redes sociales, que según Alemania constituye “una violación de la ley nacional de protección de datos”. Por ese motivo también se ha ordenado el borrado de los datos ya transferidos de los 35 millones de usuarios alemanes.
Cuando Facebook adquirió Whatsapp por
16.000 millones de dólares el cofundador de la aplicación afirmó que la privacidad de los usuarios no se vería comprometida, “el respeto por vuestra privacidad está dentro de nuestro ADN”, dijo en ese momento Jan Koum. Sin embargo, esta promesa saltó por los aires cuando el pasado mes de agosto Whatsapp presentó unos
nuevos términos y condiciones en los que se especificaba la transferencia de datos (incluyendo el número de teléfono) entre la aplicación de mensajería y Facebook.
Según la red social, con los datos de la aplicación de mensajería puede ofrecer mejores sugerencias de amistades, anuncios más relevantes, mejorar la lucha contra el correo no deseado y abrir la puerta a explorar cómo las empresas pueden usar WhatsApp para ponerse en contacto con sus clientes. Pero los defensores de la privacidad han criticado esta transferencia de datos por no ser transparente. La Electronic Frontier Foundation (EFF)
describió la medida como “una amenaza clara para el control en que la información de WhatsApp es compartida y usada”.
Johannes Caspar, comisionado de protección de datos de Alemania, también ha expresado sus preocupaciones sobre la posibilidad de que la compañía de Mark Zukemberg recopile información de un rango más amplio de usuarios, incluyendo aquellos que aparecen en el listado de contactos de Whatsapp que no están conectados con Facebook. Caspar defiende que tiene que ser decisión de los usuarios si quieren conectar su cuenta con la de Facebook, motivo por el cual la red social debe “pedir permiso por adelantado”, cosa que no ha sucedido.
Whatsapp nunca ha pedido por adelantado y de forma clara a sus usuarios permiso para transferir datos hacia Facebook. Simplemente actualizó los términos y condiciones, ofreciendo la posibilidad de limitar esta transferencia. Pero pasados 30 días esta opción ha desaparecido y los nuevos usuarios o aquellos que optaron por pulsar sobre el “Ahora no” deben aceptar los términos y condiciones o buscarse una alternativa.
En España, la Agencia Española de Protección de Datos
aún está estudiando los cambios introducidos por Whatsapp en sus términos de uso y política de privacidad.
Fuente: The New York Times