Bethesda –Fallout, Oblivion- y Splash Damage -el estudio responsable de Wolfenstein Enemy Territory y Quake Wars- preparan un nuevo título de acción post apocalíptica para PC, PlayStation 3 y Xbox 360 que promete dar una vuelta de tuerca al género. Y es que ante la sobre saturación de títulos en el mercado para los tres sistemas, actualmente para despuntar hacen falta reclamos, ya sean gráficos o en opciones de juego. Brink intentará hacerse un hueco en esta difícil situación sorprendiendo a partes iguales en todos los aspectos posibles.
La historia de Brink nos lleva a 2035, en una de esas situaciones en las que una guerra a escala mundial ha desolado todas las ciudades conocidas, con cambios climáticos que producen derretimiento de glaciares y subida del nivel del mar. Una situación límite para los que quedan con vida, refugiados en Ark, una ciudad flotante en el océano que, como era de esperar, no es un utópico reino de paz. Esta inestabilidad da lugar a dos facciones que a la postre derivan en dos tipos de campaña y por tanto diferentes misiones para el jugador: las fuerzas de seguridad y la resistencia; los primeros intentarán mantener el statu quo a toda costa, los segundos desequilibrar a las fuerzas de la opresión y crear un nuevo orden.
Probablemente hasta este punto, Brink no resulta revolucionario en su concepto ni ambientación, encontrando numerosas similitudes tanto en los videojuegos como en el cine. Pero la sorpresa llega gracias a la heterodoxa mezcla de géneros que van desde el FPS, el RPG, los juegos en solitario y multijugador a incluso toques a lo Mirror´s Edge y Team Fortress 2. Sin duda, un cóctel explosivo que no dejará a nadie indiferente.
La base de Brink es el género de los First Person Shooter con la opción de jugar con compañeros reales (tú y siete amigos más) o contra ellos (una batalla de equipos de ocho jugadores cada uno) durante cualquier misión; no hace falta decir que machar a un rival humano es siempre mejor que la satisfacción de derrotar a la IA. Gracias al caótico escenario repleto de andamios, diferentes alturas y múltiples recorridos, sus desarrolladores han incluido un toque de la disciplina parkour para poder alcanzar lugares estratégicos de difícil acceso. Pero, como Brink no desea competir cara a cara con Mirror´s Edge, se incluye una función automática que realiza estas tareas y hace que desplazarse hasta un lugar no se convierta en un suplicio por culpa de un salto mal dado.
Para ello, la función S.M.A.R.T. (del inglés “Smooth Movement Across Random Terrain”, movimiento fluido a través de terreno aleatorio) permite indicar un lugar del mapa con la vista, mantener pulsado un botón que podríamos definir como el de carrera, y dejar que la IA nos lleve realizando los movimientos necesarios, como saltos, escaladas y deslizamientos, todo de forma integrada con la acción. Aún es pronto saber cómo reaccionarán los jugadores ante esta ayuda, pero deja claro que el objetivo del juego no sigue los pasos de las aventuras de Faith ni dotar de importantes toques plataformeros a este juego que se centra principalmente en la acción; por otro lado, si ayuda a dar un enfoque frenético al desarrollo pocas veces visto en los FPS.
Las misiones, sea cual sea nuestro bando, nos llevarán de un lugar a otro del mapa realizando tareas determinadas con o sin amigos online. Es posible cambiar de un encargo a otro durante la partida, y superar estas misiones reportan puntos de experiencia, dando un toque rolero al título gracias a sus opciones de personalizar a nuestro personaje y las armas. Acompañado con las diferentes clases existentes típicas de algunos FPS multijugador (scout, soldado de asalto, ingeniero…) con la opción de cambiar durante el juego (con conste de experiencia), Brink no llega a la complejidad de Fallout 3 pero si completa esa mezcla que le da personalidad y más profundidad que otros títulos del género.
Los gráficos parecen inclinarse por un estilo levemente cartoon, con personajes de proporciones caricaturescas (cabeza pequeña, brazos enormes) a pesar de inspirarse en escenarios realistas. Como en la propia concepción del juego, encontramos un choque de ideas y estilos, entre superficies metálicas oxidadas de los barrios más peligrosos de Ark con arquitecturas limpias, de colores brillantes más propios de la imaginería de Mirror´s Edge. El resultado es algo chocante, pero natural para los aficionados al comic, algo así como un Team Fortress 2 sin cel shading. El motor gráfico utilizado es id Tech 4, el mismo que usa el último Wolfenstein de Raven Software y Quake Wars, con el que Splash Damage están acostumbrados a trabajar.
Brink actualmente está previsto para primavera de 2010 para las tres plataformas, y su interesante mezcla de campaña y multijugador prometen ser un aire fresco a un género del que parece que se ha explorado casi todo. Junto con él y Fallout New Vegas a cargo de Obsidian, Bethesda prepara dos juegos que se perfilan como estrellas el año que viene.
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