Cosas de críos...Un pobre niño de ciudad
normal y algo complicado,
no le veras jamás la maldad
y si puede te echara una mano.
No es lo típico a su edad,
su cabeza es un hervidero
de pensamientos autodestructivos,
que le empujan hacia el agujero.
Sentirá el amor pronto,
pero el no correspondido;
parece que no se adapta
y quiere sentirse querido.
Sus padres le dicen que estudie
mas él prefiere dibujar,
se pasa horas y horas pintando
así se evade así de la realidad.
No sabe ni donde, ni cuando;
pero sabe que algo pasara.
No sabe ni qué, ni como,
pero cuando llegue, feliz le hará.
El pesimismo en él reina,
no sabe porqué es así,
se ha intentado cambiar mil veces
pero su “él” mismo inamovible,
siempre sigue ahí.
Los otros al verlo bueno,
y sin pizca de maldad
la tomaran con él,
saben que no se defenderá.
Primero fue un desgraciado mote,
luego golpes y patadas,
ahora no le dejan en paz
y no quiere salir de casa.
Lo rodean y le insultan
a la hora del recreo,
ya duerme mal por la noches
y al cole le tiene miedo.
Las niñas también le insultan,
ya nadie quiere ser su amigo,
es el repudiado de clase
“Nadie quiere estar conmigo…”Su mamá lo nota raro
y va a hablar con la tutora:
“Solo son cosas de críos,
dejémoslo por ahora”.Ya finge hasta estar enfermo
y va al colegio llorando.
“Ya se les pasara a tus compañeros”,le anima su mamá, mientras van andando.
Se va a la última fila,
desea ser invisible.
También se intenta integrar,
pero ya le es imposible.
Al final llega el día,
él ya no lo aguanta más
y entre los que le rodean
agarra a uno al azar.
El otro sobresaltado,
no sabe como actuar,
y mientras mira a los otros
buscando la complicidad,
comienza a reír y le escupe
pues le arropan los de atrás.
Le late el corazón a mil
y esta cargado de rabia,
actúa fuera de si
es inminente la desgracia.
La muchedumbre le increpa
pero él no oye los gritos,
se le ha despertado la bestia
ahora tiene un objetivo.
De un empujón lo tira
y le salta encima del pecho,
“Llevo mucho ya aguantando,
en ti sabrán que me han hecho”.Le propina puñetazos,
patadas en el abdomen
golpes y más en la cara,
parece han cambiado los roles…
El otro se intenta defender,
mas ya no ofrece resistencia,
tras esa última patada
ha perdido la consciencia.
Los otros ya no se ríen
y lo intentan separar,
no ven que ya no es persona:
es puro instinto animal.
Sigue la tunda de golpes:
pim, pom, pum, pamlas caras de todos cambian
y ya nadie osa hablar.
Comienza a brotar la sangre
él grita, llora y golpea a la par.
Se le están pelando los nudillos,
pero algo le impide parar.
Alrededor tiene a todos,
les ha cambiado la mirada
esta situación tan dantesca
la propició
ese que no hacia nada.Han llamado a la tutora,
al llegar no cree lo que ve
“En un centro de primaria,
¿esto como puede ser?”Al oír los docentes los gritos
acuden rápido al lugar,
lo separan entre varios
y al otro lo van a auxiliar.
No consiguen notarle el pulso
y parece no respirar,
se echan las manos a la cabeza
y llaman al hospital.
También llaman a los padres
y han dado el soplo del hospital,
en la puerta del colegio
ya esta la televisión local.
Les han dado el día libre
y hay claustro de profesores,
ha venido la policía,
ira a un centro de menores.
La noticia se hace publica
en los medios de comunicación
todo el mundo se hace eco
reina la consternación.
Unos dicen que los padres
otros que la educación
que si mas mano dura en colegios
o si la culpa es de la televisión …
Así ha acabado otra historia,
sin un bonito final.
Todos se pasan la pelota
y, ¿
la culpa de quien será…?