Sin ninguna duda, ambos están por llegar.
Y si hablamos desde mi nacimiento hasta ahora, pues... el peor momento en realidad no fue un momento, ya que duró meses, y tiene que ver con el amor. El mejor momento... un 31 de diciembre, desde las 12 de la mañana hasta las 10 de la noche. Probablemente el día más feliz de mi vida, de cervezas con los colegas, todo salió de puta madre. El típico día en el que se hacen cosas inesperadas, en el que todo es improvisación, que pensabas llegar a tu casa a las 2 de la tarde y no llegas hasta la cena. Y, encima, todo salió perfecto.
Pero, como ya digo, mis mejores y peores momentos aún no han llegado, seguro.