Que un grupo de sindicalistas ocupe un local público como protesta no es nada extraño. Pero si estos sindicalistas son policías y lo que ocupan es una comisaría señera, la cosa cambia. Es lo que ha sucedido cuando 50 mossos d’esquadra tomaron literalmente las dependencias de la comisaría de la plaza de España, en Barcelona, para protestar contra los recortes que quiere imponer el Gobierno de Artur Mas. No es exactamente el asalto a la famosa comisaría del distrito 13, pero sí es un síntoma de que las cosas no funcionan todo lo bien que deberían.
“Todo el colectivo está en pie de guerra. Por fin lo han conseguido. No entendemos la lógica de este Gobierno. Pero estamos preparados psicológicamente para resistir lo que haga falta. Que sepan los políticos que somos policías y que estamos acostumbrados a trabajar en equipo y en perfecta organización. Nuestro único límite es el que marca la legalidad. Pero que sepan que esto es una guerra y la han provocado ellos”. Así se expresa Valentí Anadón, portavoz de SAP-UGT, el mayor sindicato policial de Cataluña, que representa a los dos tercios de los trabajadores de la seguridad pública. El encierro se prolongará durante estos días, hasta que el Gobierno se avenga a negociar los recortes con los trabajadores.
Este miércoles, la Generalitat se reunió con los sindicatos y les expuso sus planes de recorte. Entre otras cosas, la reducción de un porcentaje del importe del complemento específico en las pagas de junio y diciembre, la suspensión del Fondo de Acción Social, la suspensión del complemento de productividad, la suspensión de la aportación al plan de pensiones, la suspensión de las ayudas al comedor, la supresión de la oferta pública de empleo y la supresión del derecho a percibir el 100% del sueldo en el primer año de reducción de jornada por paternidad o maternidad. También se reducen los días de asuntos propios a un máximo de 6 al año y se suspenden los acuerdos sobre los liberados institucionales y liberados sindicales. “Ya hemos perdido el 25% del poder adquisitivo en los últimos años. Pero, además, no hay dinero para coches, ni para contratar a más agentes”, se queja Anadón.
Antoni Castejón, portavoz de CCOO-SME, señala también que “es indigno lo que quieren hacer. Para empezar, el consejero Felip Puig no se ha dignado a dar la cara. Envió a la reunión del miércoles al director de la Policía, Manel Prat, que ni siquiera abrió la boca. Pero, además, nos presentaron las medidas de recortes sin margen de negociación y con efectos desde el día 1 de enero. Apelan a la ley de presupuestos del 2012, pero esa ley todavía no ha sido aprobada en el Parlamento. Los demás colectivos tienen mesas sindicales donde negocian los recortes de cada sector, pero a nosotros no nos dan esa posibilidad, sino que nos lo dan todo hecho. Parece que este Gobierno nos ha tomado por los tontos de la Administración”.
Hablar castellano como protesta
Los policías ya han empezado, al margen, medidas de protestas. Como por ejemplo, solicitar que desaparezcan de las comisarías sus números privados de móvil, con lo que desde el puesto de trabajo no podrán localizarlos. Además, desde ayer todas las comunicaciones por radio se realizan en castellano en vez de en catalán. “Seguramente, esta medida les va a doler mucho, pero como es una cuestión de imagen y esto se lo miran mucho, pues que tomen nota”, subraya Castejón.
Los policías catalanes se quejan de que, mientras les regatean salarios se gastan ingentes cantidades de dinero en cuestiones que no son prioritarias. Por ejemplo, esta semana la consejería de Interior anunció que iba a cambiar el vestuario de los Mossos d’Esquadra. “Destinan una cantidad indecente de dinero para renovar vestuario en lo que no es más que una operación de imagen estética y de autobombo. Es un insulto a la inteligencia de los ciudadanos y de los propios policías”, enfatiza Valentí Anadón. Aunque no hay todavía una partida destinada, el equipamiento completo de los policías catalanes costaría un pico a la Administración (varias decenas de millones de euros), no hay que olvidar que son 17.000 agentes.
Los sindicalistas coinciden en que “la ocupación de esta comisaría es sólo el primer gesto”. Continuarán durante los próximos días y semanas realizando “una larga serie de acciones no convencionales” hasta que la Administración claudique “y nos reconozca el derecho a la negociación colectiva”, explica el portavoz ugetista.
Lo del hablar para molestar lo escuche yo hace tiempo pero pensaba que era una ida de pinza de libertad digital/intereconomia pero si es verdad... vaya tela :S
Aunque los Mossos no son santos de devoción de mucha gente, si la policía se pone en este plan (aunque tengan más razón que un santo) es el primer paso para que se arme gorda.
A todos los que los critican, cuando necesites ayuda de los Mossos o de quien sea, y no haya, ya los echareis de menos. No todos los mossos entraron allí, cuanto bocazas hay suelto.
PD:Lo pongo aquí porque seguro que me lo cierran si abro otro.