Hace unos meses me inscribí en una de las páginas webs de dating que publicitan como serias para personas que buscan una relación estable y duradera, que te hacen un test de personalidad y compatibilidad en el momento de inscribirte y con una cuota mensual altísima. Es una de esas famosas webs que todas vemos anunciadas en televisión o internet.
Desde aquí quiero denunciar y divulgar mi historia para avisar a las mujeres que utilizan este tipo de webs que vayan con mucho cuidado. Hay perfiles de hombres agresivos y machistas que se camuflan para ganarse nuestra confianza, engañarnos y abusar sexualmente de nosotras.
A los pocos días de inscribirme en dicha web, un hombre de 38 años empezó a enviarme mensajes. Los mensajes eran correctísimos y educados, poco a poco fue ganándose mi confianza y nos intercambiamos los móviles. Todo hacía pensar que había encontrado el tipo de hombre y relación que andaba buscando.
Empezamos a intercambiarnos whatsapps cada vez más frecuentes hasta que decidimos quedar para conocernos.
La primera cita fue para tomar un café. Físicamente me pareció un hombre normal pero me atrajeron sus frases, su sinceridad, espontaneidad… Tras el café, una segunda cita para cenar y una tercera cita. La última vez que supe de él fue en su coche. Esa noche, antes de dejarme en casa, me tocó los senos, los genitales y me masturbó (hasta esa cita no había habido contacto sexual). En aquel momento y aquel entorno, y aunque nunca ningún hombre se había comportado con esa impulsividad y superioridad, lo encontré correcto. Tras esa noche nunca más lo vi, desapareció sin dar motivos ni una explicación.
Los primeros días me preguntaba que había pasado, no podía imaginarme por qué un empresario culto y educado como él podría haberse comportado de esa manera. Repasaba cada conservación, instante y mensaje para poder adivinar dónde yo había fallado.
Tras investigar por diferentes enlaces, pude descubrir que ese individuo está metido en foros de seducción (seducción científica), foros en la que la mayoría de integrantes son hombres que proyectan una visión machista y denigrante de la mujer. Tras ser descubrir esto, me sentí utilizada, acosada sexualmente de forma premeditada y estudiada, denigrada como persona y mujer.
Le envié un mail recriminándole su conducta además de llamarle cerdo y mentiroso (creo que es lo mejor que se me ocurrió en aquel momento, ahora con la dignidad por las nubes le diría cosas peores). Su respuesta: tres mails con una agresividad verbal y psicológica contra mí y contra la mujer en general, insultos y frases humillantes, como nunca antes había visto. Nunca me lo hubiera imaginado; era otra persona con una personalidad completamente diferente a la que me había mostrado en nuestras citas.
Me tachó de paranoica, chiflada, loca, desquiciada, desequilibrada y agresiva. Me amenazó diciéndome que fuera con cuidado o descubriría una faceta de su personalidad que no me iba a gustar y se despidió deseándome suerte. Era la forma agresiva, autoritaria y despectiva de un machista y un misógino, intentar acallarme con amenazas e intentando hacerme dudar de lo que pasó, de mi autoestima y confianza como mujer.
He notificado a la web de dating el caso, pero apelan a que la conducta, camuflada, de este individuo en la web es correcta, por lo que no han realizado ninguna acción al respecto. Estoy convencida de que perfiles de hombres como éste campan a sus anchas por las webs de dating buscando a futuras víctimas.
Muy al contrario de lo deseado por su parte, sus palabras no han hecho más que crecerme como mujer, potenciar mi autoestima y a estar firme en la decisión de divulgar, notificar y denunciar públicamente los hechos. He acudido al Instituto de la Mujer en Barcelona y a diferentes asociaciones de mujeres agredidas sexualmente para notificar el caso y notificar de la existencia de esas redes (seducción científica) formada por hombres agresivos y machistas que buscan denigrar a la mujer.
No tolero que ningún hombre de forma calculada, premeditada, estudiada y en base al engaño se aproveche sexualmente de mí, ni tolero que ningún hombre se crea con el derecho y poder de quebranzar mi dignidad como persona y mucho menos como mujer.
Desde aquí quiero denunciar el caso para avisar a otras mujeres -especialmente a las de Barcelona- de la existencia de perfiles de hombres como éste.
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