Seguro que ya lo habían planeado, no lo improvisaron:
- Hostia tío, la pasma, que nos ha visto con la cocaína, ¡mierda!
- Tranquilo, los despistamos, vamos a una comisaría y les solicitamos a los polis un abogado que a la vez sea policía.
- ¿Y si no hay ninguno de esos?
- Pues les metemos hostias hasta que nos cojan uno bueno de... A ver... Seattle, por ejemplo. Así ganaremos seguro seguro.
- Tío, qué listo eres...