Menudos recuerdos en el dichoso garaje. Es un remake cojonudo y simple, porque la esencia de DRIVER, es esa, conducir con un bicho de los 70 y no la de un clon de GTA.
Lo que sin duda nunca olvidaré es esa última misión del juego, que no se ni como me la pasé, la intenté cientos de veces. Muchas de ellas, el coche salía volando y se perdía en un mundo paralelo irracional volando... pero a base de paciencia y suerte, llegúe a ese último garaje medio destrozado y fui feliz.