Del avión aparcado sobre la verde loma, aparece una escalera a través del negro rectángulo que se supone una puerta. Por ella baja un tipo aun sin rostro. Lleva un traje azul, barato, que molesta al sentido del buen gusto y sobre él, en la cintura, una abultada bolsa. En una mano, una cartera de cuero ajado que destella con el sol.
Una vez ya sobre el terreno, saca un trozo de papel del bolsillo y lee su contenido. Después de este ritual puede continuar su camino, pues conoce ya su meta.
¡Como si pudiera ser otra!
Una sola edificación existe en este paisaje. Un edificio de pisos de blanco hormigón y ventanas dibujadas que nunca verán ni se podrán abrir; Hay cosas que mejor no conocer y nunca airear.
Llama a la puerta, de la cual salen dos fornidos esqueletos vivientes.
— ¿La propietaria, por favor? - les pregunta.
Regresan a la oscuridad que los parió, por la cual sale al momento una ancianita. Esta, sin parecer especialmente caduca, radia la serenidad de incontables años.
— ¿Es usted La Paca?
— .. .....
— Ahh, sí. La Parca, perdón.
Me presento, soy Vitalicio un agente de "Seguros el canguro" - dice al tiempo que saca de la bolsa de su cintura ,una cría de canguro, que rápidamente vuelve a introducir en ella- y me gustaría mostrarle algunos de nuestros productos. Sí, porque con una profesión como la suya debe estar usted preparada para cualquier inconveniente. ¡Piense que hoy en día y con la responsabilidad que usted tiene, cualquiera podría demandarla por algún error!. Por eso nuestro seguro de responsabilidad civil es ideal para usted, ya que le proporciona cobertura legal en caso de equívoco en la persona decesada, o si no pudiese por el motivo que fuere cumplir con los plazos y/o cantidad estipulados a cada momento. Además ¿Usa usted un arma blanca para su trabajo, verdad? Sí, la hoz esa larga del campo. Pues bien, también cubre si alguien por una imprudencia o por desconocimiento de su manipulación se causase a si mismo o a otras personas o bienes algún daño, ya fuere material o inmaterial. Vamos que todo son ventajas y sino mire que ...
La ancianita intenta interrumpir el monólogo del vendedor, pero sin éxito; Su voz no es escuchada y los gestos que le dedica al susodicho son totalmente ignorados por este.
Cada vez más fastidiada por el tipo y por el panorama que este le expone, decide llamar a los macabros porteros.
Vitalicio fue despedido con un "¡Y no vuelvas!" y una patada en salva sea la parte.
Consiguiendo, no sabemos si para bien o para mal, que la Parca no volviese a actuar por temor a posibles pleitos.
La voz del pequeño niño rompió el silencio depués del cuento:
— ¿Y es por eso que tú nunca te vas a morir abuelito?
— Por eso, y por joder a la mala puta de tu madre.
El gorjeo que se le escapó, junto a la sonrisa y mirada que le de dedicó a su abuelo, que moriría días después, denotó la gran complicidad y cariño que se tenían.