No hay tecnología suficiente para predecir que el 22 de septiembre del año 2012 estallará una tormenta solar, predecir su lugar y cuantificar su magnitud.
Hay infinitas variables. La NASA lo único que dijo es que era posible (hace ya tiempo, por cierto) y los periódicos empezaron a hacerse eco y a darlo como un pronóstico seguro.
No obstante, de producirse, no peligra la vida humana (al menos de forma directa), lo que saldrá peor parado son los sistemas de comunicación. Las comunicaciones via satélite podrían dañarse de forma permanente (o hasta que se lanzaran nuevos satélites de sustitución) y las comunicaciones terrestres o de energía como mucho de forma temporal.
¿No os lo creeis?
Desde los años 80 la NASA ha ido comunicando los "posibles" impactos de grandes meteoritos o asteroides contra la tierra. ¿Cuántos no han pasado de largo?