El patriotismo es un sentimiento identitario que el poder promueve para crear pertenencia en la población. Por lo que suele ser defendido siempre por las élites más conservadoras y tradicionalistas, ya que intentan con ello cohesionar la sociedad hacia símbolos de unión y códigos que legitiman su autoridad institucional. Todo país tiene una bandera, ya que toda nacionalidad defiende un presente y futuro común entre sus ciudadanos.
Cuando comienza la crisis los pactos sociales y el entendimiento entre diferentes se rompen porque el poder político, representado por un partido neoliberal, corrupto, que no respeta la separación de poderes y que se forra con el clientelismo de amiguetes, hace pagar a la clase trabajadora y humilde sus excesos y errores. Además de socializar las pérdidas de los sectores estratégicos del país, mientras las familias se endeudan y su situación laboral y existencial se descompone incrementando los impuestos y gastos. El bipartidismo, con décadas de un turnismo opaco y mangante, se demuestra ineficaz y falso, por lo que surgen propuestas políticas nuevas y los ciudadanos entienden las mentiras que se les han vendido todos estos años.
El país se endeuda y el Gobierno decide abaratarlo, convirtiendo la monarquía bananera en un estupendo reclamo internacional para los tiburones. España pasa de pedir su silla en el G7 a mostrar su realidad compartiendo liga con Grecia e Irlanda para no ser rescatado completamente. El sector empresarial, patriota y defensor siempre de un conservadurismo que les ha llevado a estar donde están, comienza a poner el culo a los extranjeros con dinero porque necesita liquidez. Vienen los chinos, con los que quizás sientan menos daño que con otros, y el poder político (importante siempre, esto es una oligarquía de partidos políticos) da su visto bueno a ese capital asiático.
China Investment Corporation entonces compra el 7% de Eutelsat a Abertis. Hoy en día esta última bastante jodida y que algunos tarados incluso han propuesto que se rescate con dinero público. También se hacen con el 10% del aeropuerto de Londres-Heathrow, que poseía Ferrovial. Campofrío es adquirida por Shuanghui y una multinacional mexicana, que ha acabado adquiriendo toda la compañía. El grupo chino HNA, principal accionista del grupo hotelero NH, está negociando adquirir la mitad de las acciones del actual mayor grupo turístico de España, Globalia. Puede por cierto que también entren en la constructora OHL. El Grupo chino Fosun compra el 20% del Grupo Osborne. Changyu Pioneer, ha comprado el 75 % del capital de Hacienda y Viñedos Marqués del Atrio. El líder en el sector chino Bright Food, compró hace poco la empresa catalana Miquel Alimentació.
En el fútbol español están ocurriendo también importantes cambios. Mientras tenemos al todopoderoso mangante de los negocios Florentino Pérez presidiendo el Real Madrid y al capo que salía en todas las fotos y vídeos junto a Jesús Gil, Enrique Cerezo, presidiendo el Athletico de Madrid, es en este último donde un multimillonario chino llamado Wang Jianlin, tiene su 20%.
La Sexta ya opinó sobre la repentina ofuscación de este capital chino, lo intentó con el Valencia CF, por entrar en el fútbol nacional. Aunque el Valencia ciertamente acabase hace un año en manos de un magnate de Singapur. Es interesante ver que el fútbol no solamente interesa al empresariado nacional, sino que también el extranjero muestra mucho interés. Muchísimo. Si la
Operación Campamento acaba en manos de Wang Jianlin, entonces entenderemos todos a qué se deben realmente estas cosas tan "raras".
Hoy nos enteramos que el gigante chino Wanda negocia adquirir el 75 % de Marina d'Or. Y es que España está en venta. Lo están vendiendo los mismos que más hablan de patria, proteccionismo, ayudas al sector y nación española. El dinero no tiene ideología pero parece que el dinero chino gusta mucho aquí. ¿Cómo era eso? Todo por la patria.