Una mujer de 51 años fallecía en la mañana de ayer en Ourense, víctima de un golpe de calor. La mujer, vecina de la ciudad, había sido trasladada por una ambulancia del 061, tras el aviso de un vecino, e ingresada inconsciente en la noche del martes -en torno a las diez y media- en el Centro Hospitalario Universitario de Ourense, siendo trasladada directamente a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde se certificaba su fallecimiento en la mañana de ayer. Desde el centro hospitalario se señala que, 'a la espera de lo que determine la autopsia, la causa más probable de su fallecimiento es un golpe de calor'.
Dos personas mayores buscaban la sombra ayer en el casco histórico de Ourense. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Dos personas mayores buscaban la sombra ayer en el casco histórico de Ourense. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Otra persona con síntomas de golpe de calor, un varón de 77 años, permanece ingresado en el CHUO desde la madrugada del domingo al lunes de esta semana. Este afectado se encuentra atendido en la UCI, aunque su estado ha pasado de grave a crítico en las últimas horas.
Ambos casos 'presentaban factores de riesgo de sufrir efectos nocivos asociados al calor' antes de ser ingresados, según apuntaban ayer desde el centro hospitalario ourensano.
Desde el comienzo de la ola de calor señalan en el CHUO que 'se está produciendo un incremento de atenciones urgentes', que el centro hospitalario calcula 'entre un cinco y un 10 por ciento'.
PRECAUCIONES
Antonia González Araujo, subdirectora de procesos asistenciales urgentes en el CHUO, recomienda 'extremar el cuidado a la hora de mantenerse hidratados y evitar, en la medida de lo posible, el calor refrescándose, con el uso de abanicos, ventiladores, etcétera. Unas medidas que son especialmente importantes con niños y personas mayores'. También recomienda 'evitar salir o hacer esfuerzos en las horas de más calor, protegiéndose del sol'.
González Araujo explica que 'el golpe de calor no es una patología frecuente y se produce, en la mayoría de los casos, en personas con una enfermedad previa'.
Cansancio, dolor de cabeza, mareos, vómitos o náuseas suelen ser, según la Sociedad Española de Medicina de Urgencias, síntomas de un golpe de calor que, a veces, pasan desapercibidos, hasta que se complican con delirios, inestabilidad, sequedad en la piel o calambres.