Por demostrarme que el amor no se basa en abrazos, en caricias ni en "te quieros", aunque nunca nos hayan faltado cada día, sino que se demuestra en los malos momentos, cuando las circunstancias son adversas, cuando toca sufrir por la persona a la que quieres y acompañarla en su viaje entre las sombras.
Por secar mis lágrimas y ofrecerme esperanza, por sujetarme fuerte cuando me vengo abajo y evitar que caiga al abismo. Por tu paciencia y tu comprensión, por el esfuerzo que estás realizando por ambos, por comprenderme y mantenerte firme para que pueda apoyarme en ti.
Por acompañarme en todo momento y aliviar mi dolor, por escucharme y animarme, por dibujar para mí un futuro mejor cuando pierdo el rumbo.
Porque aunque no está siendo fácil para ninguno de los dos, siempre tienes una sonrisa y unas palabras de aliento que dedicarme, mientras me recuerdas que sigues a mi lado, ya casi 9 años, y me hablas, con los ojos brillantes, de los años que aún están por llegar.
Simplemente gracias... por ser como eres... y estar a mi lado.