Un par de eolianos te lo están diciendo.
Nosotros convivimos con un cocker spaniel inglés (un perro tranquilito vamos... madreloparió) que al principio estaba todo el día con nosotros, luego nuestras vidas cambiaron y comenzamos a ausentarnos por cuestiones de trabajo. No rompia nada, pero aullaba como un cabrón fuese la hora que fuese.
Hablamos con un etólogo (no, no es un especialista en futbolistas) y comenzamos una terapia de espacios cortos de soledad, poco a poco logramos habituarlo a quedarse solo, cada vez más tiempo. Cosa importante: nada de fiestas cuando llegas, eso es MUY MALO para el perro... si lo acaricias al llegar, con toda la excitación (del perro se entiende) el animal entiende que esa es la forma correcta de comportarse y lo repite aumentándolo cada vez más.
Cuando llegas a casa indiferencia, y cuando se calme lo acaricias y le dices hola. Poco a poco entenderá que solo recibe caricias si esta calmado y cambiará su actitud.
Otro detalle: Coco no llevaba bien lo de viajar en coche, probamos mil soluciones (incluida visita de Ken Sewell, que no funcionó) y solo pudimos quitarle los nervios ¡¡¡ aprendiendo de Cesar Millán y su programa "El encantador de perros" !!! y no es coña.
Y por fin lo más importante: constancia, si no eres constante y más cabezón que tu perro no lo conseguirás.
Coco tiene ahora 9 años... y sigue tan activo en cabrón...