Han pasado ya cuatro años desde su salida al mercado, y The Chronicles of Riddick para Xbox sigue siendo uno de los mayores títulos en cuanto a calidad dentro del catálogo de la negra de Microsoft –también un referente en compatibles-. Tal y como pudimos experimentar, la profusa acción de aquella aventura debía compartir cartel con un sigilo casi permanente, vital para la supervivencia, y de gran utilidad entre las implacables facetas de nuestro protagonista.
Ahora, y tras la experiencia adquirida junto a Jackie Estacado y sus andaduras en The Darkness, Starbreeze Studios revive su creación añadiendo toda una serie de capítulos llamados a doblar la duración del juego, reformando por supuesto todo el apartado visual acorde con la tecnología actual de las consolas de sobremesa. Como resultado, The Chronicles of Riddick: Assault on Dark Athena nos brinda nuevamente la oportunidad de enfrentarnos a la verdad, combatiendo entre las estructuras de una prisión oscura como la fría noche, y sorteando mil y un peligros capaces de poner punto y final a nuestra maltrecha existencia. Y en términos de libertad, la celda de Riddick empieza a quedarse pequeña.
Como si de unas vacaciones al mismísimo infierno se trataran, el poco esperanzador inicio para The Chronicles of Riddick se mantiene invariable: nuestro nombre es Richard B. Riddick, un conocido criminal condenado a cadena perpetua y obligado a cumplir sentencia en la cárcel de Butcher Bay, famosa por albergar al mayor número de despiadados asesinos en toda la galaxia.
Así, tal y como el bueno de Clint Eastwood maquinaba su particular adiós en la mítica Fuga de Alcatraz, nuestro objetivo principal no será otro que el de escapar a toda costa, recorriendo las múltiples tripas de acero que darán forma y vida al macro reciento penitenciario. Lejos de excavar agujeros en la pared por mediación de una cuchara, aquí nuestras virtudes habituales serán algo menos ortodoxas, partiendo cuellos en la penumbra con una facilidad pasmosa a la par que efectiva. Al poco de tomar el control en nuestra particular residencia de los horrores, Riddick deberá conversar con el resto de reclusos a fin de obtener valiosa información, pudiendo incluso realizar pequeños encargos (inclusive tener que liquidar a otros reos) con el fin de obtener armas blancas u objetos que puedan sernos de utilidad.
A medida que exploremos nuestra limitada área de libertad vigilada descubriremos nuevos lugares que de inmediato nos trasladaran a zonas de acceso restringido, provistas de fuertes medidas de seguridad en forma de soldados duramente entrenados, así como cyborgs sin piedad que se interpondrán en nuestra fuga.
Contrario a lo que podría parecer, la vista en primera persona no será sinónimo de un sinfín de armas colgadas a nuestra espalda, ya que por muchos cadáveres que seamos capaces de ejecutar, las armas que vayan cayendo al suelo contarán con un código de seguridad asociado al ADN de su propietario, algo que en multitud de ocasiones nos dificultará la tarea de sostener un preciado rifle entre las manos. Siempre y cuando no queramos acabar hechos fosfatina con dichas armas, nuestros puños serán la mejor opción para superar situaciones donde la oscuridad no logre mantenernos a salvo. De esta forma, y agazapados en la penumbra, no serán pocas las veces que deberemos observar con atención las pequeñas rutas de los guardias, esperando al momento preciso para dejarlos atrás, o por el contrario agarrarlos con un movimiento rápido para partirles el cuello de manera contundente.
A pesar de la fuerza bruta de la que hará gala Riddick, no todo será liquidar al personal, puesto que habrá momentos para los acertijos u objetos clave que nos dificultarán el avance, teniendo que resolver dichas situaciones a base de explorar por el entorno. Para bien o para mal, la oscuridad y el silencio no siempre estarán presentes, por lo que a no ser que sea estrictamente necesario, el sigilo como procedimiento seguro siempre será nuestro mejor amigo. Aun así, habrá armas (las que no estén protegidas) con las que nuestro tránsfuga fornido será capaz de montar jaleo, encontrando diversos fusiles de asalto o escopetas que darán buena cuenta de los desafortunados guardias dispuestos a recibir una lluvia de balas. Sin lugar a dudas, The Chronicles of Riddick: Assault on Dark Athena nos deleitará con una violencia visual poco recomendable para los más pequeños de la casa.
Volviendo a la intención de mantener nuestra presencia lejos de las miradas del personal de la cárcel, el mencionado factor sigilo en The Chronicles of Riddick: Assault on Dark Athena vendrá representado por la famosa característica del protagonista. Tal y como pudimos ver en la película Pitch Black, nuestro Vin Diesel digital podrá ver a su alrededor con total claridad, sin importar, claro está, el hecho de estar sumidos en la más absoluta oscuridad. Así, de enfrentarnos a enemigos mecánicos imposibles de vencer, no tendremos otra alternativa que la de escondernos lejos del peligro, aprovechando nuestra útil habilidad como si de unas gafas de visión nocturna se trataran.
Artísticamente, las entrañas de la prisión se sucederán a base de niveles con un grado de seguridad específica para cada área, descubriendo a cada paso alguna que otra amenaza que pondrá a prueba nuestra pericia para el combate. A tenor del espectáculo visual, Starbreeze Studios logra una inmersiva experiencia a través de las diferentes localizaciones del título, reflejando de manera magistral los oscuros y aterradores detalles de Butcher Bay. Las complejas estancias dejarán ver un inteligente uso de la luz, bañando sucias estructuras de acero que se encargaran de recordarnos lo poco reconfortable del lugar.
Cabe destacar el grado de fidelidad a la hora de representar el modelado del protagonista, al igual que los diferentes enemigos que circularán por pasillos o salas de control, consiguiendo un resultado global sólido y perfecto para la ocasión. Con el vasto espacio como emplazamiento, habrá momentos donde la diferente presión del área inundará las zonas destrozando el entorno, pudiendo contemplar como cuerpos y objetos salen disparados, llegándose incluso a modificar la estructura de la sala. Asimismo, el apartado sonoro nos mantendrá en tensión, cambiando rápidamente por acordes mucho más rápidos y fuertes en caso de que hayamos sido descubiertos.
MULTIPLAYER ONLINE:
Centrando nuestra atención en el apartado multijugador, Starbreeze Studios confirmó recientemente la inclusión de 20 mapas distintos en los que podrán medir sus fuerzas hasta 12 jugadores de manera simultánea, compitiendo por la victoria en modos de juego tradicionales como Muerte por Equipos o Captura la Bandera.
Dependiendo de nuestra elección de clase, nuestro personaje contará con una serie de habilidades y armamento predefinido, teniendo que seleccionar el que mejor creamos que se adecua a nuestro modo de jugar. Aparte pero de los modos clásicos de juego citados, el título también incorporará una modalidad de todos contra uno, donde un jugador deberá asumir el rol de prisionero para enfrentarse al resto de participantes que intentarán darle caza en un tiempo determinado. En caso de lograrlo, el cazador pasará a ser cazado, acumulando puntos de victoria. A ello, habrá que sumar una modalidad de capturar zonas, donde los jugadores de los diferentes equipos deberán acudir a puntos específicos del mapa para liberar centros de energía.
Impresiones finales:
The Chronicles of Riddick: Assault on Dark Athena sigue ofreciendo una experiencia sumamente absorbente para el jugador, con un argumento y resolución que se descubre más interesante a cada paso de nuestra huída. Dispuestos a recorrer los entresijos de una cárcel de máxima seguridad, el retorno de Riddick continua destilando un planteamiento oscuro y atractivo como pocos. A ojos del Furiano más letal de toda la galaxia, la luz no siempre indica la salida.