En Navarra hay una auténtica guerra ciudadana contra la privatización de las comidas en los hospitales. Llevan algo así como un mes con la empresa esa Mediterránea (al parecer los dueños tienen buenos contactos con el PP) y las quejas y manifestaciones son constantes. Los médicos también se han declarado en contra, las enfermeras, los celadores... los médicos argumentan con buen criterio que una alimentación adecuada es fundamental en el restablecimiento de los pacientes, y que si comen mierda (o, como en el caso de los diabéticos, no se sirven las comidas a su hora, no se respetan las dietas de los pacientes que las requieren por sus dolencias, los platos se sirven fríos, etc.) no solo no se ahorra, sino que muy al contrario las convalecencias se alargan y los gastos médicos se disparan.
Todo empezó con el despido del personal de cocinas, hasta entonces dependientes del gobierno de Navarra. Echaron a 160 trabajadores a la calle y privatizaron el servicio de comidas, que cuenta ahora con 47 personas. Evidentemente, no se puede hacer lo mismo ni mantener la calidad con un tercio del personal que había antes. Eso provoca retrasos en las comidas, que éstas lleguen frías, etc. etc. La avalancha de denuncias y protestas de los pacientes no se hizo esperar. La reacción del Gobierno de Navarra fue, primero, llamar proetarras a los pacientes por querer "boicotear la labor del gobierno de Navarra", según ellos. El comodín de ETA. Cuando no saben qué decir, lo sueltan a ver si cuela. Dijeron que los sindicatos nacionalistas estaban boicoteando las comidas (?). Como eso no coló, porque todo dios estaba disconforme y muchos pacientes votantes de toda la vida de UPN o PP flipando con que SU gobierno les llamase A ELLOS abertzales, las protestas siguieron.
Respuesta del Gobierno: una queja a la empresa de catering, cuya reacción fue despedir a dos cocineros y tres pinches (que qué culpa tendrán los pobres desgraciados de tener que hacer cada uno la labor de tres personas). Actualmente siguen las quejas y movilizaciones. Al final el gobierno de Navarra le ha abierto un expediente sancionador a la empresa ésta, que quedará en agua de borrajas porque son todos amiguetes. La semana pasada cesaron también al responsable de cirujía del complejo hospitalario por sus quejas ante los constantes recortes que les están dejando sin medios para atender adecuadamente a los pacientes.
Así se las gasta el des-gobierno de UPN, que por suerte será bastante difícil que llegue a fin de año, porque seguramente se va a ver obligado a convocar elecciones anticipadas y esperemos que los votantes podamos mandarlos a tomar por culo.