“…la noche es un animal
si la miras frente a frente
puede llegar a asustar…”
La noche me acuna
en mi entera soledad,
el ruido de los vecinos
y las ganas de gritar.
Tiempo y silencio
han habido,
me acompañan por igual
mi voz apagada, la tuya, mucho más.
El frió calienta
la negra oscuridad,
ni una luz la enciende,
más negra la mia esta.
Habitáculo cuadrado
estoy preso en su interior
no es cárcel ni calabozo,
solo es mi habitación.
Ni los recuerdos me llenan
vació esta mi interior.
Y mi torpe conciencia
me machaca con dolor
de pensamientos erróneos,
vuelvo a escuchar esa voz!
Si dios esta en todos lados,
no esta en esta habitación.
Aquí solo reina el silencio
y eso que el amo soy yo.
Tengo enfrente un espejo
me reflejo en el,
¿soy yo?
Ya ni [yo] me reconozco
se me acaba la razón.
Y la noche sigue oscura,
quisiera un rayo de sol
y aun con suerte recibo,
más espinas y dolor.
Al fin creo que me he dormido,
y un sueño tengo yo
de siniestras siluetas
me persiguen con horror.
Despierto sudando,
el tormento siguió
chirriando las horas
pasan a tropezón.
Mi estupida mente
al no encontrar distracción
siguió maquinando
aun más dolor!
Con la mirada fija,
al frente me veo yo
perdida, sin ser hallada,
sin esperanzas ni voz.
Cojo un boli y escribo
solo algo me saldrá,
¿Qué palabra será esa?
la palabra SOLEDAD.
Mi corazón solo late
acaso maquina soy?!
nada por nada siento
y en desierta tierra estoy.
Me acuesto sobre la cama
otra vez vuelvo a soñar.
Ahora hay mucha gente
a mi alrededor están,
pasan unos, vuelven otros
ni me ven, ni se verán
por culpa de la rutina,
que a todos robots hará.
Vuelvo en mí, vuelve el silencio
mi cabeza en ella pensara
en mi otra alma gemela
que en mi vida habré de hallar
pero no la encontrare
mi razón no [me] hace dudar
ya que alma yo no tengo
gemela no ha de encontrar.
Llevo muchas horas despierto
el sueño no consigo conciliar
estoy sumido en negro abismo,
sin salida por dó entrar.
Solo una cosa cuestiono
en la calida oscuridad:
siendo como es de noche.
¿Cuándo en mi amanecerá?
* * * * *
Este escrito lo escribí a la edad de 16/17 años (creo), ya ha llovido mucho desde entonces, la métrica puede que no sea tan correcta como podría serlo ahora, puede que ahora no usara ciertas palabras que usé y que se aprecien ciertas repeticiones de palabras, causadas por un limitado vocabulario pasado. Pero bien refleja el sentimiento del momento. Rescribirla ahora que sé más y que posiblemente me habría salido mejor, seria, no sé, seria hipócrita por mi parte, pues como bien sabemos, refleja aquella época de ensueño, donde no tenia muchas cosas actuales, pero si otras que jamás volveré a tener ni a vivir… Aquella noche de abril en la que el insomnio me regalo algo, y que jamás ha vuelto ha hacer…
