Abro este hilo con la finalidad de que nos paremos a pensar un poco en los aspectos positivos de nuestra vida y compartirlos con el resto de los eolianos. No sé si es solamente mi impresión subjetiva, pero noto que la gente suele centrarse en todo lo malo que le ocurre, en lugar de valorar todo lo bueno que tiene. Esto lo hago extensible también a otros aspectos. La gente muchas veces es más dada a criticar y buscar defectos, dejando en segundo plano las virtudes.
¿A qué viene todo esto? Realmente no lo sé. Yo siempre he sido una persona muy feliz, y creo que gran parte de mi felicidad venía dada por mi optimismo y mi forma de ver el lado bueno de la vida. Por desgracia, hace poco me vi en lo más profundo de una depresión, de la que todavía no he logrado salir. Esta misma depresión viene acompañada de un síntoma bastante horrible: la anhedonia. Consiste en la incapacidad de sentir placer y satisfacción por las cosas. Para mí, que siempre he sido feliz con muy poca cosa, ha supuesto un duro golpe. Es complicado de entender si no se experimenta. Pero creo que incluso en esta situación, tengo que seguir esforzándome por valorar lo bueno de mi vida, aunque ahora mismo me cueste muchísimo.
Creo que poner de nuestra parte en algo como eso, puede suponer una diferencia muy grande entre el sentirnos satisfechos o no con nuestra vida. Ayer me percaté de ello. En un momento de bajón en mi depresión me eché a llorar. Al principio mis pensamientos fueron acerca de lo horrible que era mi vida, de lo difícil que era soportar esa situación. Pero entonces me percaté de lo que pasaba a mi alrededor. Sentía dos pares de brazos que me rodeaban, mi novio y un buen amigo, que me sujetaban fuertemente mientras me cubrían de besos. Entonces sonreí. Seguía sintiendo el dolor en mi interior, pero vi que ese dolor era más débil cuando me esforzaba por valorar lo positivo incluso dentro de un momento tan malo. Si yo, en una situación como la que me encuentro, soy capaz de buscar las cosas buenas de la vida, ¿por qué no probamos todos a hacerlo?
Vemos a la gente quejarse todo el día. Todo les sale mal, siempre tienen mala suerte. ¿No hay forma de sacar un pedazo de ilusión en lo que nos rodea?
Yo voy a intentarlo en este mensaje. Y me agradaría que la gente dedicase unos instantes cada día a reflexionar sobre lo bueno que tienen. Seguro que hace las cosas un poco más llevaderas.
En mi caso, quiero destacar las siguientes cosas buenas de mi vida:
-El amor
No únicamente el de mi pareja. El amor en general. El cariño que puedes ver en los demás. Soy afortunada por tener a mucha gente a mi alrededor que se preocupa por mí. Tengo la enorme suerte de tener una familia. Eso ya es mucho. Además no una familia cualquiera. Unos padres comprensivos, que me apoyan, que se interesan por mí. Un hermano pequeño al que adoro y con el que me siento muy unida. Y un cariñoso perro (qué, también es familia
) que me alegra el día cada vez que vuelvo a casa de mis padres y corre a saludarme.
También tengo a mis amigos. Su sola presencia ya es algo que deba agradecer. Pero además tengo buenos amigos, que se vuelcan en mí. Cada llamada, cada email, cada palabra, cada sonrisa, cada abrazo... o el simple hecho de saber que están ahí. Es un gran regalo.
-La vida
¿Qué más puedo pedir? Día a día hay gente que quisiera disponer de ella y no puede. Y yo la tengo aquí, a mi entera disposición. Ahora estoy con la depresión y no puedo valorarla como debería. Pero poco a poco, según voy mejorando, voy recobrando la ilusión por disponer de ella.
Tengo que ser consciente de todo lo que ello significa. Por desgracia he ido viendo como a lo largo de varios años la muerte me iba arrebatando a seres queridos. El caso que más grabado tengo en la memoria fue el de una de mis primas, una niña de 10 años a la que una terrible enfermedad se llevo por delante. Ella no tuvo la oportunidad de disfrutar de todo lo que nos depara la vida. Pero yo sí.
-¿Y qué es lo bueno de la vida?
Eso es algo que cada uno debe encontrar y aprender a valorar.
Para mí son miles de pequeñas cosas.
-Pasear una soleada mañana por un parque, aspirando el aroma de las flores.
-Contemplar la quietud de la noche, las estrellas, la luna brillando pálidamente en lo alto del firmamento.
-Tumbarme en la arena de la playa y jugar a dibujar formas en ella, mientras siento como se desliza cálidamente bajo mis manos. Introducirme lentamente en el agua, sentir como las olas acarician mi cuerpo, mientras me embarga el aroma a sal.
-Contemplar la ciudad por la ventana, mientras el autobús me lleva a clase. Entretenerme con las las formas de los edificios, las copas de los árboles, la gente que pasea.
-Dejarme llevar por la música. Jugar a crear imágenes mentales con cada acorde, sentir que me transporto a otro mundo y aprovechar la libertad de la imaginación para crearlo a mi antojo.
-Arrancar una sonrisa a la gente. Ofrecerte a estar a su lado, demostrar tu cariño, implicarte, tratar de ayudar.
-Disfrutar de mi dulce favorito. En verano, helados mientras sientes el sol acariciando tus hombros desnudos, mientras buscas un banco a la sombra donde degustarlo junto a un buen amigo. En invierno, temblando bajo el abrigo, saboreas algo caliente, un tazón de chocolate, quizás, que rodeas con las manos para hacerte con su calor. En otoño, el aroma de las castañas, que acompaña el crujir de las hojas secas que cubren el suelo.
-Leer un buen libro. Sentir el tacto suave de las páginas y ese aroma a libro, nuevo o viejo, tan particular. Sumergirte en otros mundos mientras recreas cada detalle en tu mente, encariñándote con los personajes, compartiendo sus penas y alegrías.
-Simplemente, soñar. Imaginar, crear, dar forma a mi propio mundo, donde soy libre de hacer todo aquello que desee. Viajar con la mente a lugares conocidos o a los que mi mente se encarga de fabricar.
-Compartir tu tiempo, tu vida y tus pensamientos con las personas que te importan. Da igual si las ves mucho o poco, da igual lo que vaya a hacerse. Estar unos con otros es más que suficiente.
Por supuesto, las cosas buenas de la vida, también han de aprenderse a valorar en lo malo.
-Al suspender un examen, hay que dar gracias por tener la suerte de poder estar estudiando.
-Si se estropea tu adorada consola, sé consciente de que tienes la suerte de poseer una, que ya es algo que muchos quisieran.
-Si te rompes una pierna, da gracias a que cuentas con ellas y puedes caminar.
-Si una persona a la que aprecias se aleja de ti, piensa en que tuviste la suerte de compartir hermosos momentos con ella y piensa en las personas que todavía siguen contigo y en las muchas que estás por conocer.
-Si te fallan los planes de una noche, sé consciente de que eso significa que cuentas con gente con la que compartir tu tiempo.
-Si algo te sale mal, no te tortures por ello. Piensa en cómo solucionarlo y, si no se puede, piensa en todas aquellas cosas que te salen bien.
-No te centres en tus defectos, céntrate en tus virtudes. No te centres en tus desgracias, céntrate en las cosas que te hacen afortunado.
Creo que esas son las cosas buenas de la vida. El disponer de ella y aprender a disfrutar de lo que nos depara, tanto en los buenos como en los malos momentos. No podemos librarnos de los golpes que a veces nos asesta, pero podemos aprender a no darle más importancia de la que tienen y centrar nuestras fuerzas en valorar lo bueno. Para mí esa es la clave de la felicidad. Y aunque ahora una enfermedad mantenga lejos de mí dicha felicidad, aunque me parezca inalcanzable, pienso luchar para volver a sonreír. Porque en cuanto esté recuperada y tenga mis capacidades intactas, podré ver la vida como lo que es: lo que nosotros hacemos de ella, los ojos con los que la miramos.
La vida tiene tantas cosas buenas como nosotros queramos ver en ella. Esas son las cosas buenas de la vida para mí, toda pequeña cosa que me esfuerzo en disfrutar.
¿Cuáles son las vuestras?
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Texto escrito bajo los efectos de unos astros mal alineados, bastante medicación y escasas ganas de ponerme a escribir algo coherente. Pero creo que ha quedado bastante inteligible. Si no es el caso, culpad a lo primero que se os ocurra. Una morsa cleptómana puede servir.
PD: El que haga la más mínima insinuación de que es un tocho, sufrirá la ira de... de algo terrible que ya me inventaré. Y aviso de que tengo una imaginación muy retorcida.