LitEOL 08: El reto

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El reto
La novedad de este año. A ver qué os parece: los participantes que se inscriban deben saber que habrá un reto literario que superar. El reto lo plantearán los jueces y será un listado de características o requisitos que el texto deberá cumplir. El cómo se superen estas condiciones determinará la valoración del texto.
Estos requisitos son:
- Aparecerá un verbo en futuro de subjuntivo.
- Aparecerá una palabra en un idioma extranjero.
- No se usarán nombres propios para los personajes.
- Debe usarse la palabra "garnacha" y el verbo "restaurar".
 
Recordatorio de las normas.
Participantes:

  • Totemon
  • ClipClip
  • jalsimoo
  • dant3
  • arsygraft
  • seaman
  • Mello
  • Kefalegereta
  • Herbert West
  • DramasZGZ
  • telemak0 
El corredor bajo la moqueta bajo la capa de mugre

.....Atravesó reptando el largo pasillo. Le costaba moverse debido a la gruesa capa de moho que había sobre la ennegrecida moqueta. Avanzó unos pocos metros más atravesando un enorme borrón de tinta china que olía como huelen cincuenta litros de vino de garnacha rancios. Es decir, un olor desagradable para cualquier persona. Pero él no era de esa pasta. Levantó la mirada y divisó un bonito y cuidado espejo del siglo XVIII. Era un tanto barroco, pero le gustó. En pocos segundos se dio cuenta de que estaba perdiendo el tiempo y su preciada sangre mirando banalidades como ese cristal agrietado.
.....Siguió, y de pronto notó una suave brisa matinal que entraba por el ventanal abierto de par en par. Se apartó ya que vio cómo entraba un trozo de papel del tamaño de su cabeza más o menos. Su cabeza era normal de tamaño. Nunca había tenido complejo por su aspecto físico y menos por eso. Os podréis imaginar el tamaño si os palpáis vuestra cabeza los que la tengáis de un tamaño común, entre la media. De ese tamaño era el arrugado y acartonado papel. Se preguntó a sí mismo qué hacía comparando el tamaño de su cabeza con la nota que había entrado volando, y también se preguntó por qué oía una voz que repetía lo que pensaba pero en un idioma extranjero. Seguramente se estaba volviendo loco, pero eso no importaba. Y tampoco el tamaño de ningún objeto. Tenía que lograr llegar al salón y coger el teléfono.
.....Pero la hoja de papel estaba decidida a darle el viaje. Por incómodo que fuera, como una mosca que revolotea frente a tu pantalla de plasma high definition de 38 pulgadas o un mosquito que emite su molesto zumbido a escasos milímetros de tu oído interno, acabó sintiendo un aprecio o cariño especial por ese folio hecho migajas. Finalmente reunió las fuerzas suficientes para levantar su miembro superior y parcialmente el tronco y lo agarró en pleno vuelo. Comenzó a leer. Era algo muy raro. No entendía una palabra. Probablemente a alguno de los soldados soviéticos en la segunda guerra mundial se le cayó el manual de instrucciones de su AK-95 y había ido a parar a las manos del hombre que ahora se desangraba rápidamente sobre el pasillo de una gran casa que se restauró alguna vez, de estilo modernista, frente a un espejo barroco. Sea lo que fuere, ese papel no le imprimía ya ese sentimiento acalorado de paz. Ahora le inspiró nerviosismo. Entró sin más dilación al salón y localizó el teléfono rojo. Lo agarró y al ir a marcar los números descubrió algo que le hizo proferir un desgarrador grito. Los números del teléfono coincidían con los símbolos de la nota encontrada en la estancia anterior.
.....Fue a buscar la nota al pasillo, pero no estaba. No sólo no halló el papel descolorido, sino que habían desaparecido también los rastros de su sangre, la mancha de tinta… La ventana ya no estaba. En su lugar vio un fondo de color blanco. Buscó en el mueble junto al espejo, y a tientas encontró un objeto. Se lo acercó a la garganta y comenzó a brotar más sangre de su cuello. El abrecartas de acero dio un golpe acompañado un ruido metálico al caer sobre el frío suelo, donde antes estaba la moqueta, y ese hombre pudo ver por última vez sus ojos de diablo.


EDIT: ya están en negrita. ¿Es que sólo vais a leer las palabras que pedís? Aysss vagos... ¬_¬ Es broma jeje. No problem.
PD: he subrayado "un idioma extranjero" porque lo pedíais, pero por si me matábais por la ocurrencia he puesto también la otra palabra en idioma extranjero.
se que no se puede postear para comentar aquí, pero como creo que quizás todos los participantes no se pasaran por al zona de comentarios, podéis por favor poner las palabras obligatorias en negrita?? facilitar a la hora de leerlo y fijarse en si están o no :) gracias!!!
Una chica permanecía sentada frente al ordenador, leyendo con atención los requisitos para un concurso literario. Como se aburría, decidió desdoblarse en dos y entablar un diálogo con su otra personalidad.

-Oh, ¿qué hago aquí? –preguntó dicha personalidad con gran sorpresa.
-Ayudarme a construir un texto. Toma, lee los requisitos.
-A ver… aparecerá un verbo en futuro de subjuntivo… aparecerá una palabra en un idioma extranjero… no se usarán nombres propios para los personajes… debe usarse la palabra “garnacha” y el verbo “restaurar”.
-Hala, ya he cumplido con esto último. Y sin tener que complicarme la vida.
-Serás vaga.
-Eh, menos quejas. Es mejor que buscar un modo forzado de usar esas palabras. A ver, ¿quién diablos usa “garnacha” en un relato?
-Gente rara.
-Eso mismo.
-¿Pero y los otros requisitos?
-Pues veamos. El verbo ese… pongamos por ejemplo… hablare.
-¿Y te quedas tan pancha?
-Oye, que soy una chica de hoy, no hablo como un maldito señor anticuado. Además, paso de usar frases hechas y que todos conocemos. “Sea como fuere”, “Adonde fueres, haz lo que vieres”. Tampoco me apetece ceñirme al ámbito legal. Serán castigados a ser mis esclavos aquellos que… e inserta aquí una lista de condiciones que suelen ir en futuro de subjuntivo.
-Estás dando un montón de ideas a los que tengan que escribir el texto después de ti.
-Si es que soy muy buena persona…
-Pero te faltan más cosas.
-A ver… lo de los nombres propios está solucionado. Y encima sin utilizar el recurso de escribir en primera persona para librarme de usarlos.
-Un diálogo tampoco es que sea mucho mejor.
-Bah, mira mi relato corto. No era un diálogo y no usé nombres propios en ningún momento. Puedo hacerlo de nuevo si me viene en gana. Pero ya sabes que soy muy vaga.
-No te lo discuto.
-Más cosas… la palabra en un idioma extranjero. Ahora mismo estoy escuchando una canción de Nocturnal Rites llamada Strong Enough.
-¿Así de fácil?
-¡Claro que no! Soy demasiado maravillosa para usar palabras en un idioma tan común como el inglés. Tampoco quiero usar expresiones tipo déjà vu y similares. Así que usaré Minzokugaku.
-¿Y eso qué diablos es?
-Etnología en japonés.
-¿Y por qué etnología?
-No sé, es lo primero que se me ha venido a la mente. Si quieres te escribo los kanjis, todavía me acuerdo de ellos, que no hace tanto del examen.
-Deja, deja, si la gente no tendrá instaladas fuentes japonesas y no verá más que cuadraditos.
-Probablemente. De hecho ni yo misma las tengo… y ya hemos quedado en que soy vaga.
-Cierto.
-Pues entonces me temo que hemos terminado.
-Tienes una jeta que no puedes con ella.
-¿Verdad? En eso reside mi encanto.

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Edito para cambiar la palabra usar por utilizar.
Los vapores etílicos, me llevan a perderme en el rojo del cual la garnacha tinta mi copa de vino. La cara botella exprime sus últimas gotas mientras mis ojos recuperan las perdidas. Son las diez de la noche y aún espero su llegada. El almuerzo hace horas que se enfrió, intacto, sobre ese caro mantel de lino que siempre había guardado para una ocasión especial, como esperaba que hubiera sido hoy.

La conocí en el trabajo. Yo estaba recién llegada y ella era ya una veterana en el negocio, toda una "señora". Nada más verme, me dijo:

- Tienes un cuerpo... parfait- en un francés sacado de los mismos Campos Elíseos-. Creo que tú y yo haremos grandes cosas juntas. Seguro que aprendes rápido y bien. Tienes cara de lista. Suerte.

Los primeros días fueron duros. No porque tuviera reparos en hacer ciertas cosas, sino por el hecho de estar día sí y día también con gente desconocida, algunos maleducados, otros sucios y malolientes, y otros, los peores, creyéndose que te hacían un favor mientras se desahogaban contigo.

Sin embargo, cuando peor me encontraba, en esos bajones,siempre venía ella, dándome ánimos y su mejor sonrisa.
- Venga, vamos a restaurarnos un poquito, que hay que estar radiantes para esta noche. Mientras más guapa te vean, más querrán irse contigo.

Además, siempre estaba dispuesta a ofrecerte consejo y ayuda.

- Tú piensa una cosa siempre. Aunque fuere el tipo más asqueroso, piensa que muchos sólo vienen aquí por no estar solos y, sobre todo, piensa en lo que te dejan en la mesita cuando se van. Ese es el aliciente de nuestro trabajo.

La quise. No se ni cuándo, pero empecé a amarla. Ya no la veía como una compañera. Me veía compartiendo la cama con ella, uniendo nuestros cuerpos sin esperar nada a cambio, solo un abrazo, una caricia, un beso.

Había pasado el tiempo y me decidí a invitarla a almorzar.
- Claro- dijo ella-. Me encantaría.

Hoy era el día. Lo tenía todo preparado para sorprenderla, para conversar de nosotras... y aquí estoy. A las diez de la noche, apurando la botella, cuando en mi cabeza resuenan las palabras que me dijo aquel día, que hoy resultan premonitorias.

- Recuerda. Este es tu trabajo. Aquí no tienes amigos y por supuesto, jamás esperes enamorarte de nadie que pulule por aquí. Es tu problema, pero si lo haces, ten por seguro que sufrirás porque aquí nadie sabe lo que es el amor.

Nadie lo sabía, eso parece. Nadie excepto yo.
Avanzó por el largo pasillo mientras cientos de imágenes se mostraban a su alrededor. Escenas de guerras, pobreza y hambruna le acompañaban mientras caminaba. Observó el dolor y sufrimiento de la humanidad y sabía que había llegado la hora de restaurar su creación.

Su paso era lento, como el de una persona anciana y cansada, y apenas podía vislumbrar el final del recorrido pero no tardó en llegar a su destino. El tiempo es relativo.

Una puerta con inscripciones en varios idiomas algunos ya olvidados, otros malditos, le cortaba el paso. Levantó una mano para que esta se abriera y accedió al interior.

Era una sala llena de recuerdos y adornada con trofeos en sus paredes. Miró la lanza bañada en sangre con la que atravesaron en un costado a su hijo y la sabana de lino con la que le envolvieron. También dos tablas de piedra con diez mandamientos que nunca se cumplían. Detuvo su mirada en una copa con el jugo de garnacha en su interior. La idea de que eso podía ser la sangre de su hijo le divertía. Objetos codiciados por todos y de gran poder largamente perseguidos por la raza humana.

Durante eones estuvo planificando su gran obra. Trabajó durante seis días hasta ver su proyecto realizado. ¿En qué se había equivocado?. Sea lo que fuere, el hombre lo arruinó todo. Quizás un fallo en el diseño, un tropiezo fatal que le provocaba inquietud porque el nunca erraba o eso creía.

“Son un virus, una lacra que debe ser exterminada” - pensó con resignación.

Caminó al centro de la habitación donde se erguía orgulloso un pedestal con un botón rojo y luminoso en lo mas alto y la palabra “reset” tallada en una placa situada en un lateral.

Alzó la mano y la dejó caer con firmeza.
No se que deciros si no más bien lo siento,no quise hacerlo,te pido perdón,ójala pudiera restaurar el pasado como si nunca hubiera pasado ese momento,como si fuera un cuadro que pudieseis pintar a voluntad,como si ejerciere un poder para volver y cambiar ese momento,ese instante.
Me gustaría cambiar todo para no tener que ahogar mis penas en este vino de garnacha y no tener déjà vu constantemente,creyéndo verla en cualquier esquina.
Libradme de este dolor,por favor,no quise tener este peso sobre mi vida,no quise tener ese accidente y matar a vuestra hija,a mi amada,no quise...
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