Copio y pego.
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http://www.expansion.com/2010/05/31/economia-politica/1275340814.htmlZapatero no quiere que vuelvan a repetirse las contradicciones, bandazos, dimes y diretes que se han sucedido dentro del Ejecutivo. Así que, al menos de puertas para dentro, el Partido Socialista se ha puesto manos a la obra para enviar un mensaje común sobre la crisis.
O, al menos, sobre sus consecuencias: las regiones hacen piña para estudiar una subida de impuestos para rascar ingresos.
José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno
Las mismas autonomías del PSOE que aplaudían la vorágine de gasto de sus ayuntamientos a través del Plan E planean ahora un castigo fiscal conjunto, centrado en las rentas más altas pero sin descartar otros tributos que ayuden a elevar la recaudación lo suficiente. Tanto es así, que incluso hay una negociación común para trabajar en la misma línea, que lidera Extremadura.
En el punto de mira están el IRPF para las rentas más elevadas, el Impuesto de Sucesiones –cuenta con el respaldo de Hacienda, que estudia el establecimiento de un tipo mínimo para este tributo–, la fiscalidad verde e incluso deducciones autonómicas. Sin dejar atrás los gravámenes ya anunciados por el tripartito catalán, que ha dado ejemplo con la subida del impuesto de Matriculación, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) y el de Actos Jurídicos Documentados (AJD).
Y es que Cataluña ha sido la encargada de dar el pistoletazo de salida. La región más importante del feudo socialista ha puesto así la alfombra roja para dar paso al resto de invitados a las subidas fiscales: junto a Extremadura y Baleares, se han ido sumando, con más o menos detalle, Andalucía, Asturias, Castilla-La Mancha, País Vasco, Cantabria...
Por comunidades
“Todo este tipo de medidas se están trabajando con responsables de otras autonomías”, reconoce el Gobierno extremeño, que trabaja con otros responsables autonómicos para “solicitar una armonización fiscal en cooperación con otros territorios para que no se llegue a producir una deslocalización que estaría provocando una desigualdad entre los ciudadanos”.
En la franja sur, Andalucía planea volver a elevar sus tributos autonómicos, después de que en marzo subiera tasas y algunos tramos del impuesto de transmisiones. “Cualquier revisión fiscal que se haga debe gravar especialmente a las rentas y a los patrimonios más altos”, admite ahora el Ejecutivo andaluz.
Sus vecinos de Castilla- La Mancha se mueven en la misma línea. Y además, justificando su pleno derecho. Para este Ejecutivo, la subida fiscal es “el precio que pagan los ciudadanos por vivir en un país moderno en el que haya aeropuertos, autovías o educación”.
La franja norte mantiene el mismo mensaje. Desde Asturias, donde “todas las posibilidades están abiertas” para una “necesaria” revisión de la estructura tributaria, hasta el País Vasco, donde la idea de lanzar subidas de impuestos ha chocado con su socio preferente, el PP. Y es que los populares mantienen la tesis contraria, con Madrid y galicia a la cabeza. Aragón es más tímida, por la competencia fiscal con el territorio navarro. Su presidente, Marcelino Iglesias, tan sólo ha indicado que su equipo “mantendrá el compromiso adquirido con los ciudadanos de no incrementar la presión fiscal”, el mismo mensaje que tenía el PSOE en su programa electoral y que ahora ha tenido que sacrificar.
Cantabria, también fiel a la ideología socialista, considera que hay que gravar “más” a quienes “más” tienen, como “siempre” se ha hecho en crisis. Con este telón de fondo, estudiará las medidas fiscales.
Más valiente se ha mostrado el Ejecutivo de Baleares: ya ha decidido elevar el tramo autonómico del IRPF a quien declare más de 53.400 euros y hará progresivo Sucesiones. Además, impondrá a las empresas energéticas una suerte de ecotasa por supuestas “actividades contaminantes”.
El caso es que siempre pagamos los mismos lo errores que ellos comenten (y que ademas les enriquecen....)