Tal vez a muchos les parezca surrealista, pero un Estado de Derecho tiene estas cosas, afortunadamente. Si alguien presenta una solicitud para constituir una "asociación cultural" y cumple todos los requisitos se le debe conceder ese estatus. Lo mismo pasa con los partidos políticos, cualquiera puede crear un partido político siempre y cuando cumpla con la legislación aplicable al caso. Eso se llama vivir en libertad: puedes hacer lo que quieras siempre que cumplas la legislación establecida por los representantes del pueblo que han sido libremente elegidos por éste.
Otro tema es que la legislación tenga puntos negros. En ese caso es deber de la sociedad señalarlos y "denunciarlos/criticarlos" para que los gobernantes (elegidos por el pueblo) cumplan con su obligación de mejorar las leyes o promulgar leyes nuevas.
Vale, hasta aquí todo perfecto, lógico y admirable. La cuestión llega cuando se producen casos como éste (si es cierto): somos una banda de delincuentes (muchos han sido detenidos y condenados por mangantes y asesinos) y "ofrecemos" dejar de delinquir a cambio de recibir dinero. Los políticos (alguno más preocupado de "apuntarse tantos" que de solucionar problemas) valoran la "propuesta" y deciden aceptar el "trato" para alcanzar ese "bien universal" llamado paz.
Algunos llamarán a eso "chantaje", otros "proceso de paz". Da lo mismo, lo importante es que esa "chavalería" ya no tenga que "luchar" más en las calles. Porque no olvidemos que en el fondo ellos no tienen la culpa, somos nosotros los que les hemos llevado a tener que extorsionar a tenderos, robar con fuerza e intimidación a gente corriente e incluso a asesinar. Al fin y al cabo, "nosotros" somos los que les "invadimos y reprimimos" machacando su "cultura", y les quitamos su derecho a ser "ellos mismos" al no reconocerles como parte de un pueblo, de una raza única y separada. Ellos son las víctimas, nosotros los verdugos.
Edito:
Los Latin King no son un problema exclusivo de Cataluña, pero seguro que con esta iniciativa el gobierno catalán consigue una "tregua" para el territorio catalán.