A mí no me parece mal que tengan paro, siempre y cuando sea incompatible con cesantías, sueldos durante dos años después de dejar la política, etc. etc. que suelen tener (no lo sé en el caso de los parlamentarios vascos, pero algo tendrán).
Como el común de los mortales, que su tiempo en un cargo público retribuido hagan sus pagos a la seguridad social, su declaración de la renta y, cuando dejen el cargo, que tengan el paro según lo que hayan cotizado. Como en cualquier trabajo. Eso sí, ni un solo privilegio. Las mismas condiciones que un currela cualquiera.