Escribo cosas absurdas que solo unos pocos privilegiados llegan a entender.
También soy buena pidiendo mil euros, pero no tanto consiguiendo que me los den. Tengo que pulir mi técnica (o buscar armas blancas persuasivas).
Ah, y se me da bien respirar, he perfeccionado este arte durante años y ahora el aire llena mis pulmones de una forma bastante artística.