Curioso lo que me ha pasado estos días. Tras el anuncio de que Ubuntu 11.04 pasaría a usar su propia interfaz Unity comencé a probarlo, y sinceramente, me está gustando un montón.
El caso es que tras usarlo un par de días se me ocurrió un cambio que en mi opinión mejoraría bastante su uso, y que se resume en esta imagen:
Básicamente, las cajas moradas representan las áreas de trabajo o escritorios. Al abrir una aplicación en un escritorio el icono aparece dentro de la caja correspondiente. De esta manera puedes tener controlados todos los escritorios de un vistazo, puedes distinguir las aplicaciones que están en el escritorio actual de las que están en otros, puedes mover las ventanas a otro escritorio arrastrando su icono, si falta espacio puedes comprimir los iconos de los otros escritorios para hacer sitio a los del escritorio actual, puedes cambiar de escritorio pulsando en la caja correspondiente e incluso reorganizar los escritorios arrastrándolos arriba y abajo.
Otro elemento de la propuesta era tener siempre un escritorio vacío. Al arrancar el equipo sólo hay una caja morada, que se corresponde con el escritorio que tienes delante. Cuando abres un programa el escritorio ya no está vacío, así que se crea uno nuevo y también una caja morada adicional. Si pulsas en ella vas al nuevo escritorio vacío, y si entonces abres una nueva ventana... se crea un tercer escritorio. De esta manera el usuario nunca necesita crear ni borrar escritorios, ya que siempre tiene tantos como puede necesitar (pero ni uno más).
La propuesta tuvo bastante movimiento en la lista de correo de Ayatana, que se encarga de Unity, y en Ubuntuforums. Un par de blogs se hicieron eco de ella, como
WebUpd8 y
OMG! Ubuntu!, con comentarios muy buenos (y otros muy malos
)
Lamentablemente el asunto se zanjó con
un mensaje de Mark Shuttleworth en el que me agradecía la participación y reconocía que la idea era muy interesante, pero que de momento iban a seguir usando el esquema actual. ¡Lástima!