Yo también tengo las 2 y le tengo más cariño a 360 por lo maravilloso de su On-Line, mucho más social y con mejor matchmaking que el de PS3. Como ejemplo, cito los SSF. Por una cosa de mandos, decidí tener mis juegos de lucha en PS3 (la cruceta de 360 es insufrible) y jugar On-Line SSFIV AE en PS3 es tan lento como salto de astronauta. Me demoro cerca de 5 minutos en poder jugar contra alguien en el lobby (como host y buscando pelea) para luego enfrentarme a algún gringo con un lag tremendo. Todo lo contrario en 360, donde conservo mi SSF IV y el Online me hace siempre Matchmaking con algún sudamericano (soy chileno) en menos de 2 minutos (estamos hablando de un juego viejo. En sus albores, encontraba partida en menos de 1 minuto. Y aunque me enfrente a gringos, el lag es totalmente jugable tanto de host como de invitado.
Los Multiplataforma los compro en 360 (excépto Tomb Raider) y ahí también tengo alguna experiencia (Aparte de Street Fighter que es una belleza en 360) Todos los multiplataforma que he probado en PS3 tienen tirones de Framerate evidente, mientras que los de 360 tienen algunos problemas de carga de textura o de V-Sync, pero sólo en las cinemáticas. Tomb Raider lo compré en PS3 porque por tradición no puedo juguetear con Lara en otro control
Pero PS3 tiene MGS4, Uncharted, Nino ku Ni, Last of Us, Heavy Rain, killzone (que a mí me gusta más que HALO) y Caballeros del Zodiaco (este último a gusto muy personal)... y Gran Turismo, que aunque a MS le cueste aceptarlo, me parece el verdadero SIMULADOR de coches existente en consolas.
Además su control tiene esa cruceta magnífica que me permite jugar PES o juegos de pelea con la misma fluidez de siempre.
Pero, amigo... si ya tienes una 360... para qué quieres 2??... ve por la PS3, no te arrepentirás de tenerla. Aunque yo tendría la Ps3 para Backups y la 360 para originales, sólo por el Live.
Y a mí también me parece que PS3 tendrá un poco más de vida que 360, Microsoft ya mató a su consola tal como ya lo hicieron con la primera caja-equis.
Saludos desde el otro lado del charco.