[…]
-¿Me quieres?- dije, mientras fijaba mi perdida mirada en el suelo.
-Claro que te quiero, pero…-
-¿Pero que?!. Si es verdad que me quieres, no hay más!- le dije clavándole mis pupilas en las suyas.
-…, ¿Qué es lo que quieres que te diga?, ¿Qué ya no estoy a gusto contigo?, ¿es eso lo que quieres que te diga?-
-[…]- intervino el silencio, por primera vez.
- Cada vez entiendo menos esto, entiendo menos lo nuestro, te entiendo menos a ti, entiendo menos todo. Ya no entiendo nada…- mi voz se fue apagando tenuemente.
-XXXX…-dijo mi nombre, pero creo que no lo oí. Retumbo en mi memoria los recuerdos de nuestros comienzos, de aquellos momentos. Momentos, que fueron mucho más felices de los que estaban por venir.
Ella me miro con toda la ternura que pudo reflejar su rostro en una situación como esta, pero era una cara falsa, forzada. Ella lo sabia y yo también.
- Dilo…dilo de una vez…Hasta que no lo oiga de tus labios, con tus palabras, no lo voy a aceptar, me niego, no quiero creerlo. No lo creeré…Así que, si así lo que quieres. Dilo!- sentencie.
- Lo … - su rostro se derrumbo y empezó a romperse en lagrimas.
-Dímelo, que eres tú quien así lo quiere, quien no me quiere ya!-
-Lo …, lo dejamos…- y rompió a llorar.
-[…]- el silencio volvió a interrumpirnos.
-No llores. Tú no, soy yo el que debería llorar. Pero no lo voy a hacer, no quiero que me veas triste. No quiero que me veas más. No por lo menos en una larga temporada. Ahora estoy dolido, y no quiero saber nada de ti, no quiero verte, para que puedan cicatrizar mis heridas recién abiertas. En un futuro no digo que no seamos amigos o algo, pero, no por ahora...
Si te he hecho algo que te haya dolido o si te hecho daño, lo siento mucho y te pido perdón, pero no creo que haya sido así.- trague saliva, y continué- Espero que te vaya muy a bien a partir de ahora, yo seguiré con lo mío. Ahora nada seguirá igual en mi vida, no por lo menos hasta que lo encauce. Mi vida giraba en torno a ti. Ahora, ¿qué es lo que quieres que haga? Ya veré como salgo adelante y en que me apoyo ahora, pero en fin, estas cosas supongo que pasan. Comprenderás que ahora me quiera ir y sin darte dos besos.
Nos vemos. Adiós…-
Me fui, quebrantado por dentro y mi cara también lo expresaba por fuera.
A mis espaldas quedo ella, la que durante tanto tiempo significo tanto para mí, y que ahora no era nada, un leve recuerdo borroso que ojala la nostalgia arrastrara pronto y quedara en el olvido.
Yo lo pasare mal y estaré así mucho tiempo, y sé que ella también, no le deseo nada malo.
Esta es una historia que nadie queda exento de que le suceda, pero como todo, pasa y nadie la conoce, y si la oyes, pronto la olvidaras. Pero hay dos personas, que jamás la olvidaran, o por lo menos, no una…