Si pudiera elegir, elegiría viajar... sin maleta, sin retorno, perderme en una ciudad en la que nadie me conociera, descubrir cada día un nuevo pedazo del mundo, a lomos de la esperanza. Si pudiera elegir, no elegiría un televisor grande que te cagas. Tampoco un chalet con jardín con el que jugar con mis hijos... Ni siquiera un sofá en el que dormir la siesta. Si pudiera, elegiría vivir en la cima del mundo, con vistas al continente, al mar, a las nubes.
Si pudiera escoger, preferiría empaparme bajo la lluvia a vestir ropa tan cara que no puedes mojarla... Si pudiera elegir, preferiría descansar siempre en las miradas de los viajeros, en las gotas que se precipitan de los aleros, en los sombreros de los porteros, las manos agarrotadas de los ancianos.
Si me dejaran, escogería perderme. En algún rincón del mundo, lejano, más allá de las fotografías y masas del hombre, más allá de los teléfericos y los caminos.
Pero por muy lejos que llegue, siempre irrumpe el sonido ensordecedor de un avión, incluso en la quietud de un rebaño de renos en los bosques del Círculo Polar Ártico. Allí, y en cualquier lugar, bajo la luz de la aurora, estará siempre nuestra presencia...
Nos aferramos por no cumplir nuestros sueños a una responsabilidad inexistente. No existe el trabajo fijo, la familia es relativa. Y los amigos. Si pudieras elegir, ¿qué harías?
¿Estas seguro de que no puedes elegir eso?
¿Seguro...?
Os voy a contar una historia: Érase una vez un joven de Buenos Aires, que soñaba con dar la vuelta al mundo con su pequeña motocicleta... Pero él estaba estudiando veterinaria en la Universidad, ¿cómo iba a dejar su próspero futuro por un sueño? ¿Cómo iba a hacerlo, si no tenía dinero? Un día se fue en su moto hasta Brasil y decidió hacerlo: ¡Iría hasta Australia, junto con su hermano!
Así se embarcó en una aventura por medio mundo... Ha conocido a tanta gente, tantos amigos... Incluso ha encontrado a chica de su vida, quien se unió a él en la aventura.
Vivió de favores de la gente, de vender cosas, de arreglar cosas, ... Y ha llegado a Australia, 4 años después.
¿Realmente alguien piensa que se haya truncado su próspero futuro? ¿No será más próspera su vida ahora que ha dado la vuelta al mundo sin a penas dinero?
Y ahora, que puedes elegir, ¿qué harías?
¿Qué harías?