James Armstrong, vicepresidente de SCEE, declaraba ayer que el
hack de PS3 está
totalmente controlado y que había sido
atajado rápidamente gracias a las actualizaciones del firmware. Como sabéis, desde la
actualización 3.42 (lanzada un par de semanas después de conocerse la vulnerabilidad) no es posible hacer
jailbreak; y el firmware 3.50 fue más allá
bloqueando la mayoría de dispositivos USB no autorizados. Las consolas
hackeadas, ancladas en el firmware 3.41 o anteriores, no pueden utilizar los servicios online, y pronto tampoco los nuevos juegos (el
Medal of Honor es el primer título en
requerir un nuevo firmware).
Desde la
scene sin embargo se está trabajando en parchear los juegos para evitar las actualizaciones obligatorias y, por otro lado, en el resto de consolas
hackeadas hemos visto como tarde o temprano ha sido posible emular los últimos firmwares o
kernels desde las versiones vulnerables. Además, el fabricante del
PS Jailbreak original ha
prometido añadir soporte para
nuevos firmwares el próximo 20 de octubre, aunque son muchos los que desconfían del anuncio. A la velocidad que se mueven las cosas en la
scene de PS3 y con la campaña navideña a la vuelta de la esquina, pronto veremos si la confianza de Sony es o no acertada.