Siempre me han fascinado las películas de ciencia ficción, y se me puede considerar friki por la gran colección de cómics de que dispongo. Me he pasado días enteros, y he soñado infinidad de veces que era un súper héroe como mis ídolos.
Siempre me ha costado mucho elegir un sólo poder, porque creo que la fuerza bruta no es nada sin una inteligencia, que el poder volar no sirve de nada si no se tiene resistencia, y que los ataques mágicos: como las bolas de fuego, los rayos eléctricos son espectaculares pero no imparables. Lo que sí tengo claro es que no me gustaría ser Hulk, ni Lobezno, ni cualquier otro de la patrulla X.
Siempre he discutido conmigo mismo (porque amigos no tengo) sobre quién ganaría una pelea, y nunca he llegado a una conclusión definitiva. Porque tengo tantos favoritos que me imagino las situaciones más comprometidas para que ganen, pero luego cambian, y cambio de pareja.
Siempre he pensado que era un chico normal, que no destacaba en nada y razón no me faltaba, pero últimamente me he dado cuenta (o simplemente me he resignado a aceptar) que no debería de anhelar tanto ser un súper héroe porque yo también tengo un poder, se activa al salir de mi hogar, y no es otro que el don de la invisibilidad.