Voy a tratar de exponer mi punto de vista. No voy a defender está agresión, pero también dire que mucha, lo que se dice mucha pena no me da este prejubilado de bankia. Ahora mismo corren tiempos dificiles, es casi imposible conseguir un trabajo así que no digamos ya lo complicado que es trabajar en lo que quieres o en lo que te gusta. Pero en la época en la que este señor debió conseguir su puesto no debía ser tan así. En cualquier caso, almenos yo, he sido incapaz de trabajar en cualquier cosa que no tenga un mínimo de honradez, lo siento, si mi sueldo se va a conseguir en base a engañar a la gente, en base a liarlos para quedarme de mala manera con su dinero, en base a perjudicarles pues no soy la persona indicada. Si hay quien antepone su propio beneficio al de los demás, si hay alguien que considera su sueldo mas importante que los ahorros de sus vecinos pues en ese caso que asuma las posibles consecuencias de sus actos. Como dicen aquellos insensibles contrarios a la dación en pago y demás soluciones para los hipotecados, nadie les obligó a firmar la hipoteca, pues bien, a este señor nadie le obligó a vender preferentes, era tan facil como no hacerlo y si le echaban por ello pues a otra cosa mariposa. Si tragó, si prefirió vender esos productos/estafa a sus vecinos porque sino se quedaba él sin su sueldecito, si antepuso su propio bienestar a cambio de contribuir al robo masivo de los ahorros de la gente de su barrio pues ahora hay que apechugar con las consecuencias. Por eso digo, defiendo la agresión, no, nunca se debe llegar a esos extremos, me da pena este señor, tampoco, se lo tiene merecido.
Yo he trabajado en banca, me gustan los números y las finanzas pero rapidamente me di cuenta de que aquello no era para mi. Trabajé en caixa terrassa, que ahora es unnim y que pronto quedará totalmente integrada en BBVA. Estuve 9 meses, lo que dura el periodo de prueba que evidentemente no supere, pero aunque lo hubiera superado yo tenía decidido hacía mucho que no seguiría. Desde dentro la usura se hace patente desde el principio. Las primeras instrucciones que me dieron fueron que primero mirara la posición del global del cliente y dependiendo de la pasta que tuviera actuara de una u otra manera. Me daban ganas de vomitar ver al director de mi oficina arrastrarse a los pies de los clientes con pasta, gastándoles chistes malos y haciéndose el colega de toda la vida cuando media hora antes le había negado 10 euros de adelanto de la pensión a un anciano que cobraba la pensión mínima y que necesitaba ir al mercado a comprar fruta. Yo mismo le compré la fruta en la hora de mi descanso y se la llevé a su casa al plegar (con tanta suerte que me vió otro cliente, se lo dijo al director de la oficina) Yo me he ganado broncas por perder mas de 3 minutos ayudando a una pobre señora a usar el cajero, porque esa señora no da beneficios ya que no tiene dinero y no merece que pierda mi tiempo con ella. En fin, que se de lo que hablo, uno forma parte de este tipo de negocio si quiere, y si no quiere puede dedicarse a otras muchas cosas. Así que lo de "pobres empleados de entidades bancarias", pues no, de pobres nada, deben ser tan usureros como las direcciones de las entidades sino, sencillamente no sirven, como fue mi caso.
PD: Malo es generalizar, se que hay excepciones y en mi periodo trabajando en banca conocí una. Un señor mayor con los cojones muy bien puestos que se negaba en redondo a vender seguros a gente que no los necesitaba ni a vender productos de inversión de dudosa rentabilidad ni nada de estas cosas. Ademas de ser mi único apoyo durante aquellos meses. No todos son iguales, pero muy poquitos tienen los cojones necesarios para enfrentarse a sus jefes y hacer lo que es justo y no lo que da mas beneficios.