A Wang Shangkun, un muchacho chino de 18 años, su iPad 2 y su iPhone le costaron, literalmente, un riñón. No es ninguna exageración.
En abril del año pasado, cuando aún era menor de edad, el joven vendió uno de sus riñones para comprarse ambos cacharritos electrónicos gracias a un anuncio en internet que buscaba «donantes».
A cambio, recibió 22.000 yuanes (2.821 euros), una cifra ridícula si se compara con los 150.000 yuanes y 10.000 dólares en efectivo (en total más de 27.000 euros) que se embolsó la red de tráfico de órganos que llevó a cabo la operación.
Según informa el periódico «China Daily», así ha trascendido en el juicio celebrado en Chenzhou, en la provincia central de Hunan, contra los cinco miembros de esta trama, que incluye al cirujano que practicó el trasplante, un contratista del hospital y los intermediarios que se dedican a buscar donantes en internet y ofrecer sus órganos a los enfermos que los necesitan urgentemente.
Los acusados se enfrentan a una pena de diez años de cárcel por un delito de tráfico ilegal de órganos y otro de lesiones al joven Wang, cuyo estado de salud se ha deteriorado gravemente desde que le extirparon el riñón. Por ese motivo, su abogado reclama una indemnización de 2,7 millones de yuanes (355.000 euros) a las cinco imputados, al personal médico que intervino en el trasplante, al hospital y a un fondo de inversión en centros sanitarios.
«Ofertas» en Internet
Asfixiado por las deudas de juego que había contraído, uno de los procesados, He Wei, buscó dinero fácil en las páginas web chinas que piden y ofrecen órganos para trasplantes en el mercado negro. Aunque el régimen de Pekín prohibió la compra-venta de órganos en agosto de 2006, tras la muerte de siete japoneses que habían viajado a este país para operarse, numerosos portales de internet ofrecen abiertamente elevadas cantidades a quienes estén dispuestos a desprenderse de sus riñones e hígados.
1,5 millones de personas necesitan un trasplante en China
A tenor de la agencia estatal de noticias Xinhua, 1,5 millones de personas necesitan un trasplante en China, donde sólo se efectúan unas 10.000 operaciones de este tipo al año por la tradicional reticencia de los familiares a donar los órganos de los fallecidos. Tan abismal diferencia ha propiciado la aparición de un lucrativo mercado negro en el que incluso participan adinerados pacientes venidos de otros países, como Japón y Corea del Sur pero también de Europa, que están dispuestos a pagar lo que haga falta para salvar sus vidas.
Para ello, las redes de tráfico de órganos trabajan en connivencia con los corruptos doctores de los hospitales, que cobran una fortuna por cada servicio que ofrecen a sus pacientes.
Un trasplante de riñón en el mercado negro chino oscila entre 38.000 y 63.000 euros.
A principios de este mes, la Policía china detuvo a 137 personas al desarticular una de estas mafias que traficaban con órganos humanos en 18 provincias del país. Además, rescataron a 127 «donantes» que, acuciados por las deudas o cegados por el dinero, habían sido convencidos para desprenderse de un riñón o un hígado.
http://www.contexto.com.ar/vernota.php?id=83007