La gran guerra está aquí: Empieza la séptima temporada de Juego de Tronos

Benzo
Naaaa na nana na nanaaaaa… si leyendo esto has tarareado la sinfonía de Ramin Djawadi es que sufres el síndrome valyrio. No tiene cura y sus síntomas incluyen somnolencia el lunes por la mañana o por el contrario un aumento de las posibilidades de comerse un spoiler, ya sea por la curiosidad de uno mismo o por la malicia de otro. No es un síndrome mortal, los muertos solo inundan los guiones, pero puede ir a peor a partir de la próxima madrugada cuando HBO libere a la bestia llamada Juego de Tronos.

Los más ansiosos podrán ver el primer capítulo de la séptima temporada de Juego de Tronos en versión original subtitulada en español o (sorpresa) doblada al castellano a partir del lunes 17 de julio a las 3 de la madrugada. Se trata de un estreno simultáneo con Estados Unidos que en España se podrá seguir mediante HBO y Movistar Series Xtra. Aquellos que solo siguen la serie a temporada finalizada deberán esperar hasta el 28 de agosto, mientras que los rezagados tendrán que recurrir a HBO España para ver todos los capítulos anteriores.

La nueva temporada de Juego de Tronos rebaja su número de capítulos hasta siete. Cada uno de ellos tendrá una duración de unos 60 minutos, a excepción de los dos últimos que se irán hasta los 71 y 82 minutos respectivamente (hasta ahora el récord estaba en los 68 minutos que duró el décimo capítulo de la sexta temporada, The Winds of Winter). Una vez termine ya solo quedará esperar a la octava y última tanda de episodios, pero no pongamos el dothraki antes que el caballo...

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¿Dónde nos dejó la sexta temporada de Juego de Tronos?
A partir de aquí el texto está lleno de spoilers sobre toda la serie

Los últimos episodios de la anterior temporada de Juego de Tronos terminaron de colocar todas las piezas en el tablero para poder dar inicio a la gran guerra que promete la séptima.

En Desembarco del Rey, Cersei Lannisterfue más allá que el rey Aerys II Targaryen (el Rey Loco) y después de hacer volar el Septo y perder a otro hijo (ya no le quedan más) ocupa el Trono de Hierro. La batalla de los bastardos coronó a Jon Nievecomo Rey en el Norte, aunque lo realmente interesante fue conocer su apellido y de quién es sobrino. Mientras que al otro lado del mar angosto Daenerys Targaryenfinalmente abandona Essos y pone rumbo a Poniente usando la flota que le ofrecen Theon y Yara Greyjoy. Le acompañan sus tres dragones, Tyrion Lannister, el ejército dothraki y los Inmaculados.

Además de estos tres pesos pesados tenemos un considerable número de tramas secundarias que tarde o temprano deberían unirse a las principales. Está por ver que Meñique y Sansa Stark acepten sin más a Jon Nieve como Rey en el Norte. Bran Stark y Arya Stark siguen con sus aventuras. El tullido, que nos ofrece la visión en la que se revela a Jon Nieve como un Targaryen, ya es el Cuervo de Tres Ojos y marcha hacia al sur, mientras que la chica ha sobrevivido en Braavos y ya se encuentra en Poniente para seguir tachando nombres de la lista, siendo los Frey los últimos en pasar por el cuchillo de la pequeña Stark.


También deberemos tener en cuenta que la casa Martell y Tyrell se han aliado. Euron Greyjoy, rey de las Islas del Hierro, debe construir una nueva flota para vengarse de sus sobrinos. Melisandre ha sido exiliada por Jon Nieve. A Samwell Tarly lo dejamos en la Ciudadela rodeado de libros. Al igual que Brienne de Tarth, el Perro vaga hacia camino desconocido. Por último tenemos a Jaime Lannister, apodado el Matarreyes por haber parado los pies al Rey Loco antes de que ordenara destruir Desembarco del Rey, pero… ¿Será capaz de repetir la acción con su hermana?

No debemos olvidar que más allá del muro tenemos al Rey de la Noche dirigiendo a los Caminantes Blancos, una creación de las Hijas del Bosque que han dejado de responder a sus órdenes. Los Caminantes ya han demostrado su poder en el norte, pero en el sur aún son pocos los que dan cuenta de la amenaza que suponen estas criaturas. Posiblemente Bran Stark y Samwell Tarly tienen mucho que decir en esta guerra.

Tal y como están las piezas colocadas ahora mismo todo apunta a que Cersei Lannister tiene un problema muy grande. Además, pesa sobre ella la profecía de Maggy la Rana, según la cual será desposeída del trono por otra reina “más joven y más bella” y asesinada en manos del valonqar (hermano pequeño en Alto Valyrio). Para ambos puestos hay varios candidatos, pero Cersei ha demostrado ser una superviviente que no dudará en hacer lo que sea para seguir siendo reina.

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En cambio, el viento parece soplar a favor de Daenerys Targaryen. Tiene tres dragones adultos, un ejército que cuenta por miles a sus efectivos y un enano que se las sabe todas aconsejándola. Además, parece que los Martell y Tyrell se inclinarán a su favor y por si esto fuera poco le ha aparecido un sobrino, Jon Nieve, que en principio bastantes problemas tendrá para asegurar su reinado y vida en el norte. Pero en Juego de Tronos no hay que dar nada por sentado y Daenerys no debería confiarse.

En cuanto a los Stark, que está por ver si debemos o no incluir entre ellos a Jon Nieve, parece que no tienen otro remedio que encontrarse y unirse. En uno de los avances de la serie Sansa Stark dice: “El lobo solitario muere, pero la manada sobrevive”. Después de todo lo que han pasado difícilmente se conformarán con esto último.

Qué supone Juego de Tronos

No hay duda, estamos ante la serie con más éxito de la historia. Millones de espectadores en todo el mundo se han rendido a la producción de David Benioff y D.B. Weiss y la crítica la ha transformado en la obra con más premios Emmy (38 estatuillas y más de 100 nominaciones). Debido a su retraso en la emisión de la sexta temporada, Juego de Tronos no está presente en los Emmy 2017, circunstancia que aún hace más meritorias las 110 nominaciones (22 son para Westworld) que esta edición ha logrado HBO. Netflix no se ha quedado muy atrás con 91 nominaciones (18 son para Stranger Things) y este año tiene la posibilidad de ganar por primera vez el premio a mejor serie dramática.

Un triunfo de Juego de Tronos ha estado sustentado en dos pilares: los libros de George R. R. Martin y el dinero de HBO. El escritor, que siempre ha apoyado el trabajo de los productores y guionistas de la serie, sigue a lo suyo, tiene en camino nuevas series (una adaptará la novela Nightflyers para Syfy) y con suerte este año estará disponible el libro Vientos de Invierno, mientras que la cadena firma cheques de más de 10 millones de dólares por episodio.

Nadie tiene la receta del éxito para una serie, pero más sabe el diablo por viejo que por diablo y HBO lleva mucho tiempo en el negocio. En base a los libros y una producción sublime, la cadena estadounidense ha entregado una serie donde la lucha por el poder lo es todo. O ganas o mueres. Y la supervivencia pasa por traspasar los límites de la violencia y el sexo, algo que en una cadena convencional nunca pasaría. A ello debemos sumarle intrigas, drama, giros inesperados y el fenómeno fan.

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Juego de Tronos también se ha encontrado en un mundo completamente rendido a las series, con estrenos mundiales y unos servicios de streaming que permiten al consumidor descubrir una obra más tarde y ponerse al día cómo, cuándo y dónde quiera. Pero también hay hándicaps. No es sencillo ser un fenómeno global cuando constantemente se estrenan nuevas series, cada vez hay más plataformas y el público se fragmenta.

D.B. Weiss y David Benioff ya han avanzado que los guiones de la octava temporada de Juego de Tronos van tomando forma y que los primeros borradores están listos. La última tanda de episodios podría llegar en 2018 o 2019, HBO no tiene (ni puede tener) prisa. El tiempo no juega en su contra. El público aguardará lo que haga falta y el entusiasmo irá aumentando. Además, la cadena también ha encontrado el éxito con la serie de ciencia ficción Westworld que volverá el próximo año y en la recamara guarda cinco spin-off de Juego de Tronos. Con suerte uno de ellos saldrá adelante y podremos volver a Poniente.

Naaaa na nana na nanaaaaa…
Sobre el autor » Benzo

Empecé con una NES a finales de los 80 y todos los 90 los pasé junto a SNES, N64 y una PlayStation prestada. El nuevo siglo me trajo una PS2 y más adelante una Xbox. Jugador de PC desde hace años, seguidor de Blizzard, lector y seriéfilo.

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