Y lo que queda amigo. Lo de no poder tener disponibilidad de las nuevas consolas sólo es la punta del iceberg, a eso hay que añadirle que por razones obvias no veremos la primera rebaja oficial a lo mejor hasta finales de 2022 o 2023 y ,sobre todo, que el retraso de los juegos AAA va a ser impepinable.
Si a eso le sumamos que las compañías están teniendo ingresos brutales con el aumento de la demanda del ocio electrónico, tenemos la tormenta perfecta para una generación en la que los consumidores vamos a estar en el último escalón.
Yo ya lo he asumido y ya sólo con lo de los 60 fps me doy con un canto en los dientes. Que luego viene algo sorprendente, oye pues mejor que mejor, pero mejor poner los pies en el suelo.