Todo depende, si lo afrontas con optimismo quizás te sea más fácil disfrutarlo y obviar cualquier tara que tenga siempre que no sea crítica. Sin embargo, si vas con un exceso de expectativas, probablemente te lleves una desilusión. Hay juegos que si yo hubiese jugado sin conocer nada de ellos (por ejemplo GTA V y MGS4) los hubiese disfrutado aún más. Pero claro, cuando te pasas 2-3 años imaginando lo maravillosos que pueden llegar a ser, tragándote cada pizca de información... El factor sorpresa se reduce mucho y lógicamente lo que tú fantaseas, si es en exceso, siempre será mejor que la realidad. Ambos juegos los disfruté mucho, especialmente GTA V, pero se que si no los hubiese esperado hubiese sido muchísimo más sorprendente. Como GTA 3 en su momento.
Al revés también pasa, pero hay que saber diferenciar pesimismo de prejuicios. Pesimismo es ya imaginar que el juego no te va a llenar del todo y luego puede ser que te demuestre lo contrario, lo cual si tienes bajas expectativas siempre es más fácil sorprenderte. Pero hoy en dia la tendencia no es esa, es directamente ir a machacar el juego antes de que salga, ir a buscarle los defectos. Por ejemplo AC Unity, más allá de sus problemas (que ni de lejos son lo jodidamente exagerados que se leían por internet, donde según todo el mundo el juego era un vertedero de problemas cuando en realidad muchos hablaban de oidas o exageraban hasta el infinito chorradas que pasan en cualquier mundo abierto como algo de popping o un npc que hace cosas raras) que son innegables, la gente ya iba con la intención de buscarlos y encontrarle hasta el más mínimo defecto. Y evidentemente, si buscas defectos, los encontrarás hasta en las obras maestras atemporales. Por algún extraño motivo que aún no comprendo, la gente, especialmente los que van de "hardcore" y super entendidos de los foros, necesitan juegos a los que no criticar, sino destrozar. Criticar es señalar puntos que consideras negativos, mal hechos, que podrían haberse enfocado de otra manera e intentar aportar una idea de como crees que debería ser a tu manera de ver. Destrozar es que como X juego es de Y compañia, automáticamente y sin jugarlo siquiera ya es considerado basura, el más mínimo error se convertirá en un estigma y será imposible decir que tiene ni siquiera un solo aspecto positivo. El juego es poco menos que al videojuego lo que Belén Esteban a las personas. Y pobre de aquel que diga lo contrario, pobre de aquel que se atreva a decir un solo aspecto positivo o no dejarse llevar por la manía persecutoria que sufren las masas contra ese producto, porque entonces es un fanboy (lo más suave que se le dice).
Quizás me hago viejo, pero desde que tengo uso de la razón, juego a videojuegos para divertirme, para vivir historias, para sentir emociones, para desconectar un rato de la vida real, para compartir con amigos y gente que comparte mis gustos como la gente del foro y para pasar un rato agradable. Valoro mi tiempo lo suficiente como para no dedicar parte de mi vida a prestar atención continua y casi obsesiva a videojuegos que no me gustan y menos para intentar sentar cátedra ante los que lo disfrutan creyéndome superior por ello y pensando que tengo la verdad absoluta. Sería como si me dedicase, en vez de ir al cine a ver una peli que me gusta, dedicarme a ir a un concierto del típico grupo para adolescentes de música pop, pagar para entrar (o colarme, equivalente a la pirateria), pasar un rato a disgusto porque no me gusta esa música ni ese ambiente y además ponerme a decirles a todos la puta mierda que es eso, lo imbéciles que son por disfrutarlo, vanagloriarme por haberme colado (e incoherentemente ver el concierto hasta el final) y finalmente lanzarles huevos a los cantantes porque cierto sector de la masa social piensa que es un grupo que son basura.
Lo dejo ya que me desvio mucho
pero la moraleja es que yo, casi siempre, cuando juego es con optimismo ya que doy por hecho que voy a disfrutar, en mayor o menor medida del juego, sino directamente ni lo compro. Luego puede decepcionarme hasta cierto punto o gustarme mucho, pero ir con prejuicios nunca.