ibero18 escribió:Si no acabarás como yo que mis abuelos y tios me siguen dando dinero como si tuviese 14 años en lugar de 32, aunque estando en el paro bien vienen unos leuros
Estoy en la misma situación con mis padres y abuela (que son los que me regalan cosas). Pero reconozco que es culpa mía, tengo unos gustos que no entienden. Así que no quieren gastarse el dinero en algo que acabe en un cajón, especialmente cuando saben que sus regalos son lo único que me permite darme algún que otro capricho. Por ejemplo, mi abuela al principio se empeñaba en regalarme joyas, colonias y cosas que suelen adorar el resto de sus nietas (pero no yo) y la verdad, era una pena, porque no uso nada de eso. Y encima a veces eran cosas caras. Cuando ya aceptó que yo había salido rara, se sumó a la iniciativa de mis padres de dar dinero. Y aunque en principio regalar dinero suena frío, tengo que reconocer que lo agradezco más que un regalo típico que no iba a disfrutar. Gracias al ahorro de ese dinero que me dan he podido darme algún capricho acorde a mis gustos, algo que no hubiese podido hacer de otra manera.
De todos modos, si la opción de dinero no es viable, piensa en algo que te guste mucho y que consideres que siempre es un buen regalo. Por ejemplo, a mí me encantan los libros. Así que cuando alguien me quiere regalar algo siempre sugiero eso. Siempre hay libros que quiero leer, así que no hay problema.
Otra opción es lo que hago con mi novio, que es cutre nivel +9000. Mira que hay cientos de tonterías que me gustan (un llaverito de un muñeco mono, por ejemplo, no es necesario que sea algo espectacular) y aún así, cuando le apetece regalarme algo, es tan despistado que no es capaz de recordar ni una de las cosas que alguna vez he dicho que me gustan. Y mira que soy como una cría a la que se le antojan mil tonterías...
Así que al final lo que he hecho es ir anotando en una lista cualquier chorrada que veo y me gusta. Sea algo tonto (como el llavero), sea algo más valioso (un libro, una figura) o algo de mayor valor sentimental (una carta) o no sé, una bolsa de mis chuches preferidas. O un puzzle bonito para hacer entre ambos. El caso es que al final en esa lista tiene cosas para poder regalarme durante toda una vida. Y al mismo tiempo, sigue siendo una sorpresa el regalo porque nunca puedo saber qué será entre tantísimas cosas que he puesto.
Por supuesto, respeto a quien considere que hacer regalos es una tontería. Si yo sintiese que lo hago o lo hacen por compromiso, supongo que también pensaría así. Pero la verdad, a mí me encanta hacer regalos. No tengo mucho dinero, pero eso es lo de menos, hay muchas cosas que hacen ilusión y no son caras. O cosas no materiales. Me encanta tener excusas para preparar planes sorpresa, preparar detalles hechos a mano y cosas así (y cuando no tengo festividades en las que excusarme, lo hago igualmente porque me apetece
). Y a mi familia le pasa igual, solo que mis gustos escapan a su entendimiento. Así que el darme dinero es su manera de decirme "date ese capricho que llevas tiempo deseando". Y luego ven que gracias a eso he ido a un concierto que me hace ilusión y son felices ellos también.