Pues resulta que la vida tiene muchíííísomas cosas buenas. Lo triste es que en muchas ocasiones no somos capaces de apreciarlas.
Lo importante no son las grandes cosas, sino los pequeños detalles. Éstos son los que nos hacen sonreir cada día. ¿qué cosas son éstas?
- Pasear por el campo disfrutando del paisaje, de los olores...
- Jugar con tus mascotas.
- Una conversación agradable y cariñosa con un amigo/a...
- Conseguir arrancar una sonrisa a alguien.
- Ayudar a los demás; sentirse útil.
- Un beso.
- Tener tiempo para pensar en tus cosas relajadamente.
- Hacer deporte.
- Realizar cualquier actividad que te guste (pintar, tocar un instrumento...).
- Un abrazo.
- Un atardecer.
- Un pastelito.
Una cosa buena que tiene la vida es precisamente que la felicidad se compone de muchas cosas. Generalmente cometemos el error de no darnos cuenta de esto; nos parece que la felicidad es solo la familia, la pareja y los amigos. Es cierto que hay cosas más importantes que otras (tener a una persona al lado es fuente de muchas satisfacciones pequeñitas), pero no lo es que sean las únicas. Por eso, cuando algo te vaya mal, tienes que pensar que no es lo único que tiene la vida.
Además, te puedes apoyar en otras cosas. La vida es un cambio continuo. No solo cambia nuestro aspecto físico, nuestra forma de ser, el trabajo, la residencia... También, las cosas que nos importan. Cuando pienso en quién era hace 5 años, me sorprendo muchísimo; mi felicidad se apoyaba en cosas para mi hoy inexistentes. Hoy, son otras las que hacen que cada día me levante con una sonrisa. Hay cosas que vienen y se van. Otras no (la familia...). Lo que nos gusta es que todo sea siempre igual, pero eso no puede ser. No puede, ni debería ser. Ahora, tienes una relación con la que estás a disgusto. Un cambio futuro probablemente haga que te encuentres mucho mejor. Por otro lado, todavía tienes muuuuucha vida por delante; te quedan muchas cosas por aprender, muchas cosas por conocer. Estaría bien que intentases mirar al futuro con ilusión y expectación. No todo serán risas pero te aseguro que llegarán muchos momentos buenos que te harán olvidarte de los malos.
Si no te convence, por lo menos piensa que vivir es mejor que no hacerlo. Cuando no vives, no sientes, no experimentas nada. Por lo menos mira tu vida como una película diferente al resto. Vive con curiosidad por saber qué ocurrirá después. Y sobretodo, no olvides que es algo sensacional poder disfrutar de esta oportunidad que se nos ha dado y que no es tan larga como para desperdiciarla deprimiéndonos.
Un saludo.