Yo llevo sin soltar el Mario Maker desde que me llegó a casa. Eso de tener infinitos niveles al alcance de un click, más el gusanillo de intentar hacer un par de buenos niveles de vez en cuando (mi nula creatividad, que no me da para más), buff.
Seguramente cuando me canse volveré a darle al Donkey o al Zelda o a Project Zero cuando lo tenga, pero eso no va a pasar pronto.