Qué terriblemente absurdo es estar vivo sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido...
- Aute -
Te miro. Apenas una foto. Dos. Y te miro sin que me mires porque estás demasiado lejos.
Sin tocarte, sueño que te rozo y que tu piel es suave y hueles dulce y me sientes y sonries.
Cada vez que respiro los pulmones se llenan de tu ausencia y se me envenena la sangre, me muero un poco más y este músculo tan fuerte se hace de cristal.
Me faltas.
Me faltas tanto que la vida pierde el sentido y se vuelve del revés.
Me faltas y la muerte que a otros llama con voz dulce a mi me grita que huya de ella, me pide por favor que no me le acerque. La Muerte disfruta más viéndome llorar sangre que cortando el hilo de mi existencia. Asi que lloraré y seguiré respirando dolor a cada paso. Se rajará el cristal de mi pecho y cada fisura cortará mi piel una y mil veces, cicatriz sobre cicatriz, siempre sangrando lágrimas.
Te miro y sé que tú nunca has sentido esto ni lo sentirás. Que estoy solo. Que vivo estoy muerto sin tu latido.