Hace 11 años la Guardia Civil detenía por primera vez en España a un español creador de un virus informático. Para
aquel entonces, A. J. C. P conocido bajo el apodo de '900K' tenía 23 años y fue acusado de bloquear varios servidores mediante un virus informático conocido como ‘Kelar’.
Según la acusación, "dada la capacidad del virus y del programa troyano para destruir y modificar los equipos infectados, se ocasionaron perjuicios y confusión entre los usuarios que precisaron de actividades de búsqueda y limpieza de disco duro". La benemérita afirmó en 2008 (haciendo caso a la compañía de seguridad Panda) que habían sido infectados 120.000 usuarios.
Pero una década después de la detención, la juez Nuria Alcalde, titular del juzgado penal número 4 de Alcalá de Henares ha tumbado la petición de la acusación, que pedía más de dos años de cárcel por los delitos de descubrimiento de secretos y daños. Según la magistrada, no existió descubrimiento de secretos ni delito de daños. Además, la juez apunta que “dando por cierta la creación de un virus por parte del acusado, extremo reconocido por éste, [...] no se acreditan la existencia de dicho apoderamiento o utilización de datos reservados, sino únicamente un riesgo potencial".
De esta
sentencia absolutoria se desprende que, en España, la creación de un virus no es una actividad delictiva siempre y cuando este no cause daños ni revele secretos. Daños y revelación de secretos que en todo caso deberían ser probados en un juicio.